Un adiós a la altura de la leyenda de Toni Kroos

El Bernabéu brinda al alemán una despedida para la historia

Un adiós a la altura de la leyenda de Toni Kroos

Fuente: https://www.marca.com

«He estado bastante fuerte, hasta que he visto a mis hijos y me han matado». Toni Kroos, el hombre de hielo, uno de los jugadores más fríos que se recuerda, se emocionó en su adiós al Santiago Bernabéu. No podía ser de otra manera porque el estadio blanco y sus compañeros el brindaron la mayor despedida en toda la historia a un jugador del Madrid. Fue tan maravillosa como su carrera, tan emocionante como su fútbol y tan grande como la dimensión de su leyenda.



El Bernabéu despide a Kroos: tifo, el último por megafonía y pasillo con el ‘8’ a la espalda

Prometió que se marcharía en lo más alto de su fútbol… y ya sabemos que Toni siempre cumple sus promesas, como en el día de su presentación con el club blanco: «Sé como son las cosas en el Real Madrid, es necesario ganar títulos y yo soy el hombre correcto», afirmó en el primer día de un legado que ha durado 10 años vestido de blanco, tanto la ropa como sus inolvidables botas. Una despedida mágica que sirvió de conjura para el asalto a la Decimoquinta. Un chute de energía y emociones que darán un plus al equipo en la cita de Londres.

No quería los focos… pero sus compañeros le ‘obligaron’

Kroos quería discreción en su adiós, pero no lo logró. Ni el Bernabéu ni sus compañeros lo iban a permitir. Su adiós tenía que ser por todo lo alto y así fue. No se recuerda un adiós igual. Su última conquista será la de una despedida única e involvidable. Impresionante. El homenaje comenzó con sus compañeros saliendo con el 8 a la espalda y montando un pasillo por el que pasó Kroos al saltar el campo y al que se unieron los jugadores del Betis. Mientras, el Bernabéu coreó su nombre y en el fondo sur se desplegó un tifo en su honor.

Kroos revela por qué no ha cambiado de botas en 10 años

Kroos lidió como pudo con un partido en el que cada córner que acudía a lanzar era un homenaje, con toda la esquina en pie aplaudiendo al alemán. El momento del cambio y del adiós fue de pelos de punta. Kroos se marchaba y le esperaban sus hijos y su mujer a lágrima viva. Ahí se rompió un Toni nunca antes visto. Al final, abrazos, besos, manteo y una vuelta al estadio emotiva.«No es fácil, sólo puedo decir gracias al madridismo, al club, a mis compañeros, al estadio… Siempre me he sentido en casa en estos diez años, no podía pedir más, han sido diez años inolvidables», dijo Kroos en RMTV.