Un refugio digital en tiempos de crisis

En Bolivia, la economía se tambalea al borde del precipicio. Sin reservas internacionales y con un déficit fiscal galopante alimentado por el gasto público descontrolado, además de una política asfixiante de subsidio a los combustibles, hemos iniciado el camino de crisis económica que los bolivianos tanto temíamos.

Esta pésima gestión ha dejado al país sin dólares, lo que ha generado un mercado negro de divisas donde el dólar se cotiza cerca de 9 bolivianos, frente al tipo de cambio oficial de 6.96 bolivianos. El gobierno ha intervenido las comisiones bancarias para la compra de dólares, empujando a los bancos a realizar transferencias en euros y yuanes con comisiones del 30% y en aumento.



En medio de este panorama desolador, es necesario considerar alternativas, y las criptomonedas surgen como una opción prometedora. Aunque el gobierno, en su afán de controlarlo todo, ha prohibido la compra de criptos mediante la banca, el comercio P2P (peer-to-peer), que no es más que un Marketplace, permite a los ciudadanos intercambiar directamente sus bolivianos por la cripto que deseen.

Hay una cripto en especial que puede ser muy útil cuando se trata ahorrar y mantener valor respecto al dólar. Estoy hablando del USDT o Tether, que es una cripto estable “stablecoin” es decir, que mantiene siempre paridad con el dólar estadounidense y por ende su valor fluctúa al tipo de cambio de mercado y no al oficial. Actualmente, se pueden encontrar ofertas de USDT en el mercado digital que van desde los 8.70 hasta los 9 bolivianos.

Antes de sumergirse en el mundo de las criptomonedas, es esencial educarse. Recursos en línea, desde cursos gratuitos y hasta tutoriales en YouTube, pueden ayudar a entender cómo funcionan las criptomonedas y cómo utilizarlas de manera fácil y segura.

Las criptomonedas permiten también transacciones internacionales sin los altos costos asociados a las transferencias bancarias tradicionales, lo cual es útil para personas que necesitan sacar o meter dólares desde el extranjero sin necesidad de negociar comisiones y rogar por cupos a sus bancos.

Si bien este tema aún se considera un tabú en Bolivia, debemos salir de nuestra burbuja y echar un vistazo a como otros países y ciudadanos del mundo sacan provecho a diario de este refugio digital que es regulado únicamente por la ley de oferta y demanda.

La gestión gubernamental ineficaz ha dejado a Bolivia en una encrucijada. Mientras el gobierno intenta controlar el flujo de dólares, el mercado negro prospera y los ciudadanos buscan alternativas. En este escenario, las criptomonedas se presentan como una solución viable y sobre todo una herramienta de resistencia frente a las políticas fallidas.

Aunque no es una solución perfecta y conlleva sus propios riesgos, el comercio P2P de criptos ofrece una forma de escapar del opresivo control gubernamental y proteger el patrimonio personal en tiempos de incertidumbre. Adaptarse y buscar alternativas es clave para sobrevivir en esta economía turbulenta.

 

Roberto Ortiz Ortiz

Ingeniero comercial con experiencia en banca corporativa y telecomunicaciones