En su criterio los momentos de este movimiento militar son muy distintos a un golpe militar, afirmó la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Amparo Carvajal.
[Foto: Andrea Taboada – UNITEL] / La presidenta de la APDHB, Amparo Carvajal.
Fuente: Unitel
La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Amparo Carvajal, consideró que la toma militar del miércoles es un “montaje, pantomima y autogolpe”.
En su criterio los momentos de este movimiento militar son muy distintos a un golpe militar.
En ese marco, afirmó que el general Juan José Zúñiga, el principal sindicado del caso, “vendió su alma” al Gobierno y de esa manera los militares quedaron como un “instrumento pequeño del Gobierno”.
“Esto ha sido bien armado. Ustedes lean la historia”, afirmó tras poner en mesa las asonadas golpista durante la época de la dictadura militar.
En su criterio, el presidente Luis Arce tiene “una oposición tremenda que tiene” en el líder del MAS, Evo Morales, “y de los grupos sociales de uno y de otro, pues es difícil”.
En su criterio, la actuación de los militares “no ha sido normal”.
“Han quedado como pésimos. Y su ministro de Defensa, pésimo. Porque yo, que lo conozco, (es) muy distinto, del golpe del 80 de García Meza. Aún los últimos golpes con (Williams) Kalimán tenían dignidad, ahora han quedado como un instrumento pequeño”, señaló.
Segundos antes de su detención, el general Juan José Zúñiga, sindicado de liderar la movilización militar, afirmó que todo fue planeado por el presidente Luis Arce para subir su popularidad, una versión que fue rechazada por la ministra de la Presidencia, María Nela Prada.
“No son golpes, ahora ellos quieren colaborar a la democracia y por eso y este señor se ha vendido creyendo que con eso ayudaba”, señaló en referencia al excomandante del Ejército.