Compañía de Jesús reconoce que sus investigadores actuaron con negligencia sobre denuncias de abusos sexuales

La orden religiosa en Bolivia indica en un comunicado que no actuará como en el pasado y pidió a la Fiscalía boliviana que reabra el caso contra el sacerdote Luis Roma, acusado de cometer delitos sexuales, y sus cómplices.

El sacerdote jesuita Luis Roma (+) es investigado por delitos sexuales en Bolivia. / Foto: Archivo

 

eju.tv
Juan Carlos Véliz / La Paz



La Compañía de Jesús en Bolivia reconoció que sus investigadores de delitos sexuales cometidos por sus miembros actuaron con negligencia porque no priorizaron a las víctimas. También reafirmó que no protegerá a nadie que tenga responsabilidad en los casos de abusos.

«Reconocemos con profundo pesar que las actuaciones de quienes estuvieron a cargo de atender las denuncias de abusos sexuales a niñas, niños y adolescentes y actuar en favor de las víctimas fueron negligentes, indolentes y nefastas, sin colocar en el centro de su interés a las víctimas, por lo que quienes obraron de esa manera deberán hacerse responsables de sus acciones en el manejo de tales situaciones, según establezca la justicia boliviana en el marco del debido respeto», señala en un comunicado emitido ayer.

El pronunciamiento se conoce después de que se reveló el diario de otro cura pederasta, Luis Roma (+). El diario español El País publicó ayer el reportaje «Los manuscritos de Charagua: la investigación que los jesuitas ocultaron sobre el misionero pederasta que registraba sus crímenes».

Se trata del segundo escándalo que golpe a los jesuitas en Bolivia, primero fue el caso de Alfonso Pedrajas (+) después de la publicación de su diario.

También puede leer: Revelan el archivo de pruebas sobre los abusos del cura pederasta que la Iglesia enterró en Charagua

Roma, conocido como «Lucho Roma», «abusó durante décadas de cientos de niñas indígenas en Bolivia», señala la presentación del reportaje. «Las fotografió, las grabó en video y lo recogió todo por escrito».

Los abusos eran de conocimiento de la comisión interna que la Compañía de Jesús designó para investigar las denuncias en contra de sus miembros y los legajos recién fueron entregados en mayo de 2023 a la justicia boliviana después de que estalló el caso de Pedrajas.

En el caso del sacerdote Roma, la Fiscalía cerró el caso porque no pudo contactar a las víctimas y además no tenía en su poder la investigación interna.

La investigación canónica realizada en el caso de Roma señala: «Se ha establecido con un alto grado de probabilidad que estos hechos fueron de conocimiento de provinciales y superiores de comunidades en las que vivió el P. Roma, sin que se hubiera actuado con la diligencia debida y oportuna para investigar los hechos, sancionar debidamente al autor y llegar de forma más oportuna y eficaz a las víctimas”.

La Compañía de Jesús en su comunicado indica que «las actuales autoridades a cargo del gobierno de la Compañía de Jesús en Bolivia tenemos la obligación moral de no obrar como se hizo en el pasado, digno de enérgica condena. Por ello, además de haber materializado su colaboración con las investigaciones que lleva adelante el Ministerio Público presentando denuncias ante esa instancia con la documentación con la que se constaba, en una línea de absoluta transparencia para que se conozca la verdad de los hechos, urgimos a la Fiscalía del Estado reabrir el caso contra el jesuita catalán Luis María Roma y los que considere oportunos, ante la evidencia del testimonio de víctimas y el material colectado en los allanamientos, para establecer las responsabilidades de quienes pudieron conocer los hechos y no haber actuado conforme a ley».

 

Las memorias «Lucho Roma» fueron catalogados por los investigadores conocidos como «Los manuscritos de Charagua”. Se tratan de 75 hojas guardadas en tres carpetas, escritas a mano cuando era misionero en Charagua, Santa Cruz, entre 1994 y 2005.

El 15 de mayo de 2019, el cura hizo una confesión ante un notario de fe pública en Cochabamba y reveló: «Confieso, libre y voluntariamente, que en el tiempo en que estuve designado en la parroquia de Charagua, en los años 1998 al 2002, aproximadamente, me dejé llevar, en algunas situaciones, por actos libidinosos, impropios de un religioso, con niñas 8 a 11 años, con las que tenía una relación pastoral».

También puede leer: La confesión del cura Roma, ante notario: Me dejé llevar por actos libidinosos… con niñas de 8 a 11 años

Después de tres meses, Roma falleció en la impunidad aquejado por una enfermedad, el 6 de agosto de 2019.