El expresidente Evo Morales también insistió ayer en que el gabinete ministerial tiene un quiebre interno al extremo de que hay «ministros que no se dirigen la palabra ni coordinan la gestión pública».
eju.tv
Juan Carlos Véliz / La Paz
El gabinete ministerial del presidente Luis Arce está en la mira de las organizaciones sociales afines al arcismo en medio de contradicciones internas como la reciente respecto a la importación de diésel ruso.
«Como organizaciones matrices sugerimos a que pueda ajustar y cambiar su gabinete ministerial colocando en su lugar a compañeros que vengan de organizaciones sociales, que apoyen a la gestión y no estén saboteando internamente al Gobierno de las organizaciones sociales», indica una parte del pronunciamiento del llamado «Pacto de Unidad» arcista que reunió ayer en Cochabamba.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Las presuntas pugnas internas en el gabinete del presidente Arce fueron denunciadas después de la renuncia del vocero presidencial Jorge Richter.
Una de las contradicciones internas se registró ayer cuando el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, desmintió al ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, sobre la llegada de diésel al puerto de Arica.
Montaño dijo la pasada semana que el diésel enviado por la petrolera rusa Lukoil ya estará en el puerto chileno, pero el titular de la estatal petrolera dijo que ese dato «no es correcto».
También puede leer: Dorgathen desmiente a Montaño: No llegó combustible de Rusia y no hay acuerdo para comprarlo
La contradicción ocurre cuando Bolivia atraviesa por una situación compleja por la escasez de carburantes que ha generado protestas en el sector del autotransporte que amenazó con un paro indefinido desde el 27 de junio si el Gobierno no da solución a sus demandas como la normalización de los combustibles.
El expresidente Evo Morales también insistió ayer en que el gabinete ministerial tiene un quiebre interno al extremo de que hay «ministros que no se dirigen la palabra ni coordinan la gestión pública».
Esta disputa, según dijo, pone en riesgo la conducción política del Gobierno y podría agravarse a mediano plazo.