Gustavo Pedraza no cree en la teoría del golpe y piensa que fue una ‘artimaña’ del presidente

El analista asegura que en cualquiera de los escenarios planteados Arce pierde, porque se debilita y pierde aún más la confianza de la gente

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Boris Bueno Camacho / La Paz



Para el analista político, Gustavo Pedraza, el intento de golpe militar que vivió el país la tarde del miércoles, es más una ‘artimaña’ del presidente Luis Arce Catacora motivada por el desgaste político y acorralamiento en el que se encuentra, ya que ha perdido el control del país, así como la credibilidad de la sociedad boliviana en su conjunto.

El analista aseguró que lo ocurrido la pasada jornada en la plaza Murillo de La Paz fue una teatralización con un guion propio con la intención gubernamental de obtener un respiro; por ello, consideró que es cierta la aseveración del detenido excomandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, sobre la participación directa de Arce en la ejecución del supuesto plan.

Foto: captura pantalla

Sin embargo, señaló que de ser cierta la otra opción que señala el gobierno, es decir, el intento de golpe, hay que cuestionarse por qué se llega a esa situación y la respuesta es que es el resultado de las mismas acciones gubernamentales que han perforado y descompuesto las instituciones del país como el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y otras para imponer sus propios intereses.

“El primer golpe y el de los serios es el que dio Evo Morales el 26 de febrero (2016), otro gran golpe fue el de los autoprorrogados, frente a esos golpes duros contra la Constitución y la democracia el gobierno no decía nada, sino los apañaba, pero, lo de ahora, más huele a un recurso político de un gobierno acorralado, de un gobierno que está con muchas debilidades, ya no es un partido hegemónico como lo era antes”, puntualizó.

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Sin embargo, aseveró que en cualquiera de los dos escenarios el presidente Arce es quien pierde, porque sale más débil y se acrecienta la desconfianza de la población en la actual gestión gubernamental; además, que la inestabilidad actual refleja nomás que estamos en una etapa de transición entre la hegemonía que tuvo el Movimiento al Socialismo (MAS) a otro ciclo político que se avecina.

En ese sentido, Pedraza resumió los efectos adversos en tres: el país empeora su imagen en el contexto internacional, el gobierno se sumerge en una mayor inestabilidad y debilidad, y se genera en la población un proceso de mayor desconfianza y frustración; en esas tres ideas resumiría lo que ha pasado, en merced a que cada uno de los actos del gobierno incentivan al desorden institucional y, sin lugar a duda, alientan hechos que contravienen a la Constitución Política del Estado (CPE).

Foto: captura pantalla

“He escuchado que el general Zúñiga era el 40 de su promoción y el gobierno tiene la costumbre de nombrar por lealtad política y no por mérito, este tipo de conductas hacen que las instituciones se devalúen y se descompongan para que luego se den estas conductas al margen de las leyes, al margen de las normas institucionales. (…) La gran mayoría de la sociedad boliviana desconfía del gobierno y la credibilidad es un elemento difícil de recuperar”, enfatizó.