Los iraníes votan para elegir al próximo Presidente de la República Islámica

Más de 61 millones de iraníes acuden a las urnas este viernes 28 de junio. Todos los líderes moderados y reformistas se han movilizado en las últimas semanas para llamar a los iraníes a votar. De los seis candidatos validados por el Consejo de Guardianes de la Constitución, sólo cuatro siguen en liza. La participación, clave en el resultado que se concerá en fin de semana.

El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, deposita su voto durante las elecciones presidenciales, en Teherán, Irán, el viernes 28 de junio de 2024.
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, deposita su voto durante las elecciones presidenciales, en Teherán, Irán, el viernes 28 de junio de 2024. © Vahid Salemi / АР

La votación comenzó a las 8 de la mañana (hora local) en los 58.640 colegios electorales repartidos por el vasto país, desde el mar Caspio en el norte hasta el golfo en el sur. Las elecciones tuvieron que organizarse a toda prisa tras la muerte del Presidente Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero el 19 de mayo.

Como es tradición, el Guía Supremo Alí Jamenei fue uno de los primeros en votar ante decenas de cámaras en un colegio electoral de Teherán: «El día de las elecciones es un día de alegría y felicidad para nosotros, los iraníes. Recomendamos a nuestro querido pueblo que se tome en serio la votación y participe en ella. No veo ninguna razón para dudar», declaró.



Frente a la mezquita Ershad, en el centro de Teherán, la multitud era mayor que durante las recientes elecciones parlamentarias. Los reformistas tienen el viento a favor, mientras que los dos principales candidatos conservadores no han logrado unirse.

¿Qué nivel de participación?

Un hombre sufraga en una oficinal de votación de Teherán, durante las elecciones presidenciales celebradas en Irán el 28 de junio de 2024.
Un hombre sufraga en una oficinal de votación de Teherán, durante las elecciones presidenciales celebradas en Irán el 28 de junio de 2024. © Reuters/Majid Asgaripour

“Todos los analistas coinciden en que el resultado dependerá de esta participación. Si hay una gran participación, como suele ser históricamente, podría beneficiar al candidato reformista Masoud Pezeshkian. De lo contrario. volvería a suceder lo mismo que pasó en el 2021 o en las elecciones parlamentarias de este año, donde la baja participación llevó a los conservadores a ganar”, explica Catalina Gómez, corresponsal de RFI en la capital iraní.

La cuestión entonces es si, a pesar de los llamamientos de los grupos de la oposición al boicot, la participación será lo suficientemente fuerte. En cualquier caso, para Maryam, una joven iraní de 20 años que acudió a votar de madrugada en compañía de su padre, hay una pequeña esperanza. «Esperamos que las cosas mejoren un poco. Participando en las elecciones, creo que hay un pequeño rayo de esperanza y podemos hacerlo. Lo que el Presidente puede hacer es recurrir a expertos para dirigir el país. Expertos que sepan lo que hacen», informó Siavosh Ghazi, corresponsal de RFI en Teherán.

No todos comparten esta opinión. Para muchos, nada cambiará en el frente económico, como afirma Reza, un comerciante de piezas de automóvil que cruzamos en el distrito del Gran Bazar de Teherán: «Con esta situación económica, ¿por qué tenemos que participar en las elecciones? Con nuestros ingresos, con esta inflación, ¿tenemos algún futuro? Participar en las elecciones no es bueno para nosotros. No me gusta nada participar en las elecciones”, dice. En cualquier caso, los reformistas esperan una movilización de última hora a favor de Masoud Pezeshkian en la primera vuelta.

Si ninguno de los cuatro candidatos obtiene más de la mitad de los votos, se celebrará una segunda vuelta el 5 de julio, lo que sólo ha ocurrido en una elección presidencial, en 2005, desde el advenimiento de la República Islámica hace 45 años. Los resultados oficiales se esperan a más tardar el domingo 30 de junio, pero las estimaciones deberían publicarse el sábado.