Policías estaban acuartelados dentro de Palacio y estaban dispuestos a enfrentarse a los militares, revela Del Castillo

En febrero de 2003, un enfrentamiento armado entre policías y militares dejó más de 30 muertos y centenares de heridos en un hecho conocido como “Febrero Negro” y supuso el comienzo del fin del gobierno de Sánchez de Lozada.

 

eju.tv / Video: No Mentirás
Juan Carlos Véliz / La Paz



El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, reveló que el miércoles durante la incursión de tropas militares y tanquetas a plaza Murillo al mando del general Juan José Zúñiga, los policías estaban acuartelados dentro de Palacio Quemado y estaban dispuestos a enfrentarse con los efectivos militares.

“El día de ayer (miércoles), la Policía boliviana llega y toma Palacio Quemado, estaba la Policía boliviana acuartelada dentro de Palacio Quemado y jóvenes de 20 y 25 años, me dicen ‘ministro si tenemos que morir por nuestra Patria vamos a morir’ y ahí uno se quiebra (el ministro) y dice ¿qué le voy a decir a sus madres si pasa algo? ¿Qué le voy a decir a sus padres si pierde la vida un policía a manos de un militar insubordinado, a manos de un militar golpista, qué le voy a decir a sus padres?”, afirmó Del Castillo anoche en una entrevista con el programa No Mentirás.

Un grupo de militares encabezados por Zúñiga, quien durante el alzamiento ostentaba el cargo de comandante del Ejército, intentó ingresar a Palacio Quemado en plaza Murillo para deponer al presidente Arce, según la versión oficial; sin embargo, el golpe de Estado fracasó por la reacción inmediata de la población que salió a confrontar a los militares, el pronunciamiento de la comunidad internacional y por la actitud decidida de Arce que enfrentó al militar insubordinado.

En medio del alzamiento, Arce relevó el cargo no sólo a Zúñiga (del Ejército) sino a los comandantes de la Fuerza Aérea y la Armada boliviana que se unieron al primero para materializar un golpe de Estado.

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Del Castillo también valoró el compromiso de la Policía boliviana con la democracia y el gobierno electo en las urnas porque no se sumaron al intento de golpe fallido pese a que fue invitada por Zúñiga.

«Felicitar la hidalguía de toda la Policía que estuvo predispuesta a sacrificar su propia vida con tal de que no exista pérdida de vidas de civiles en la plaza Murillo», destacó.

En febrero de 2003, durante la presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada un enfrentamiento armado entre policías y militares dejó más de 30 personas muertas y cientos resultaron heridas. Esos días trágicos pasaron a la historia como «Febrero Negro» y supusieron el inicio del fin del gobierno de Goni.

Decenas de militares armados llegaron hasta la plaza Murillo l miércoles, el acto fue considerado como un golpe de Estado fallido. / Foto: Captura de video, Unitel