Salvar el país debe ser una prioridad de todos los bolivianos y especialmente de los actores políticos que se arrogan o atribuyen una importante representatividad social, no con discursos incoherentes e inconsistentes que no reflejan su accionar conocido. Nuestro país necesita líderes más honestos que tengan la hidalguía y humildad suficiente de reconocer su responsabilidad con sus actos del presente y del pasado y son causantes del estado de crisis profunda en la que nos encontramos hoy y que afecta principalmente a las clases más desposeídas.
Todos sabemos que la crisis económica actual empezó en el año 2015, se vino agravando año a año y los gobernantes de turno no supieron tomar las medidas necesarias para contenerla, a pesar de las advertencias de especialistas en el rubro de hidrocarburos particularmente.
El pueblo en general, el ciudadano de a pie está ahora mejor informado, tiene la suficiente madurez y capacidad de intelectual como para no dejarse engañar con discursos falsos. Eventualmente los actuales líderes políticos podrían reivindicarse, sin embargo, es poco probable que esto suceda considerando el círculo pernicioso que los rodea y que cada vez los hace menos confiables.
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Los lineamientos teóricos del llamado «Proceso de Cambio» no son propiedad de nadie en particular, han sido producto de las luchas sociales y deben ser recuperados en su esencia, ya son conquistas y reivindicaciones del pueblo boliviano.
Lo deseable es que surjan nuevos líderes patriotas que sepan encausar los destinos de nuestra Patria por un mejor derrotero para el bienestar común.
Por otro lado, los dirigentes gremiales y de diferentes sectores sociales, deben entender que, con los bloqueos de las principales rutas del país, no van a solucionar la falta de combustibles, escases de dólares u otra reivindicación, por el contrario, lo único que están haciendo es agravar más la crisis y provocar un mayor desastre nacional del que son responsables definitivamente los gobernantes de ayer y del presente.
«En río revuelto ganancia de pescadores» dice un refrán popular y quienes ganan en este estado de crisis profunda son los corruptos, los contrabandistas, los que viven a costa del Estado sin una contribución honesta, mientras la población más desposeída sufre por falta de los servicios de salud y educación más esenciales y lo que es más grave por falta de alimentos.
Es necesario sin duda un Encuentro Nacional para salvar al país, que sea convocado por ciudadanos notables, probos, confiables y sin la contaminación de un interés político particular.