En el último quinquenio, en el país se registraron en promedio más 1.300 sismos y solo en la presente gestión la cifra asciende a 822 hasta julio y todo apunta a que el número de temblores será mayor a mil a fin de año.

En julio el observatorio reportó 18 movimientos telúricos, 131 en junio, 144 en mayo, en abril 118, 140 en marzo, en febrero 107 y 164 en enero; sumando 822 esta gestión.

Los últimos cinco años marcan más de 1.300 en Bolivia. Fueron 1.910 en 2023, 1.686 en 2022, 1.394 en 2021 y 1.489 en 2020.

La sismicidad en Bolivia está asociada al proceso de subducción de las placas tectónicas Nazca y Sudamérica (Matthews et al., 2016; Hasterok et al., 2022) y a la dinámica de deformación cortical de cada una de las unidades tectónicas presentes en el interior del continente; según San Calixto.

El sismo del pasado miércoles 24 de magnitud 4,6 en la escala de mercali, a horas 20:30, encendió las alarmas en el país. Se produjo a una profundidad de 15 kilómetros, es decir sismo superficial, y localizado a 22 kilómetros al oeste de Villa Tunari, en el Chapare. No se registraron daños personales ni materiales de consideración.

Los sismos corticales o superficiales se generan a profundidades menores a 75 km, relacionadas al proceso de deformación cortical que se produce en el continente como resultado del proceso de convergencia de las placas Nazca y Sudamericana, reactivando fallas geológicas en la región.

Los sismos superficiales son los que causan preocupación porque son sentidos por la población y pueden causar algún tipo de daño; aumentando el riesgo en regiones donde hay asentamientos urbanos y de mayor vulnerabilidad, como las grandes ciudades.

La magnitud de sismos se dividen en tres: superficiales, intermedios y profundos. Siendo de 0 a 70 kilómetros de profundidad los superficiales, de 100 a 300 los intermedios y de 500 a 700 los profundos, agrega el observatorio en su reporte anual.

RIESGOS Potosí, Cochabamba y La Paz son los departamentos más afectados ante este tipo de fenómenos. Estas tres regiones bolivianas encabezan los rankings anuales en último quinquenio.

El año pasado, de los 1.910 registrados, 1.169 fueron en Potosí, 451 en Cochabamba y 120 en La Paz. Durante 2022 en el departamento potosino se suscitaron 1.026; 285 en la zona cochabambina y 184 en La Paz. El 2021 Potosí acumuló 909, Cochabamba 194 y la Paz 172. En 2020 y 2019, La Paz tuvo más sismos que Cochabamba: 236 y 212 respectivamente frente a los 169 y 144 registrados en el valle. Potosí sumó 921 y 1.107. Beni y Pando son los departamentos con menor intensidad sísmica. De hecho Pando no registró sismos entre los años 2019 y 2023; Beni tuvo dos temblores, uno en 2023 y otro en 2019.

Según el director ejecutivo del Observatorio San Calixto, Gonzalo Fernández, la zona central del país es la más proclive a fenómenos telúricos, aunque llamó a la calma al aseverar que Bolivia no es un país con alta sismicidad.

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“Decirle a la población que guarde la calma porque si bien tenemos sismicidad somos un país moderadamente sísmico en comparación a Chile y Perú; lo que tenemos que hacer es trabajar unidos en la prevención”, enfatizó Fernández en rueda de prensa.

Un factor que llama a la preocupación se refiere al escaso número de edificaciones construidas sobre bases antisísmicas.

“De acuerdo a la información preliminar, el 90% de edificios altos no están construidos con bases antisísmicas y algunos han utilizado protocolos internacionales que, según los colegios de ingenieros, no son adecuados para la realidad de nuestro país”, enfatizó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.

Entretanto, el Gobierno comenzó un trabajo preventivo en distintos departamentos e incluso alertó de la posibilidad de un terremoto en regiones vulnerables como Cochabamba, La Paz y Potosí donde ya se trabaja con protocolos que permitan evitar desastres mayores.

Ante la preocupación por posibles movimientos telúricos en La Paz, surge el debate sobre qué edificios en la urbe y otras ciudades del país están construidos sobre bases antisísmicas.

Según la secretaria municipal de Planificación de La Paz, María del Carmen Rocabado, la Casa Grande del Pueblo es el único edificio certificado con esas características, pero hay otros con esas medidas de seguridad.

Rocabado señaló en una conferencia de prensa el miércoles que la casa Grande del Pueblo es la única edificación certificada. “En La Paz, el único edificio certificado porque tenemos evidencias es la Casa Grande del Pueblo con nuestro protocolo”, señaló.

El objetivo es que todas cumplan con las normas en breve.