El presidente del Comité pro Santa Cruz, Fernando Larach Santistevan, se dirigió a las autoridades de Gobierno a través de un comunicado sobre la situación económica del país, destacando varios problemas críticos que afectan tanto al modelo productivo cruceño como a la economía nacional.
«Las alarmas están dadas, no solamente por lo que percibimos día a día en la calle, sino también por los informes sobre el tipo de cambio en el mercado real, el incremento de la deuda pública, el incremento de la mora en la banca, la falta de diésel para el aparato productivo y sobre todo el constante incremento del déficit fiscal», afirmó Larach. Estas señales, dijo, deberían preocupar a todos los ciudadanos, ya que no solo ponen en riesgo el modelo productivo cruceño, sino que también amenazan la posibilidad de garantizar la subsistencia diaria.
El Comité pro Santa Cruz, como máxima representación de la institucionalidad cruceña que incluye sectores gremiales, vecinales, de transporte, empresariales, productivos y de las provincias, ha identificado estos problemas y plantea la necesidad de una reforma económica real y estructural en Bolivia.
Larach insistió en que «el Gobierno nacional debe escuchar a los diferentes sectores, atenderlos de manera favorable y honesta, impulsar el desarrollo y la producción y así garantizar y elevar la calidad de vida de los ciudadanos». Entre las medidas urgentes, destacó la necesidad de liberar las exportaciones de manera efectiva, poner fin al acoso y la extorsión impositiva, incentivar la productividad en el sector agropecuario y garantizar la seguridad jurídica para la propiedad privada.
«Exigimos a los gobernantes sinceridad y responsabilidad, dejen los cálculos políticos, los intereses partidarios, la especulación electoral, los discursos trasnochados. Fueron elegidos para trabajar y servir, no para atender sus intereses personales», agregó Larach.
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El presidente del Comité pro Santa Cruz concluyó su mensaje con un llamado claro a las autoridades: «Dejen la soberbia. Escuchen a los sectores. Queremos soluciones, no manipulaciones». Esta demanda refleja el creciente descontento y la urgencia de acciones concretas para abordar los problemas económicos que afectan al país.