El ministro de Defensa detalló las acciones que se efectuaron el pasado miércoles para desactivar el alzamiento armado
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Boris Bueno Camacho / La Paz
El ministro de Defensa Edmundo Novillo aseguró que el presidente debe definir su permanencia en el cargo en respuesta a las críticas que tuvo la autoridad por parte de diferentes sectores que cuestionaron por la presunta falta de acciones durante el alzamiento armado que se gestó el pasado miércoles cuando un contingente militar a la cabeza del excomandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, tomó la plaza Murillo por el lapso de tres horas.
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A una semana de la asonada militar, son varias las voces que cuestionan el trabajo efectuado por el ministro Edmundo Novillo no solo en su gestión, sino, sobre todo, en el día de los acontecimientos; incluso, políticos del ala radical del Movimiento al Socialismo (MAS) y de oposición sugirieron su destitución porque el conflicto se le fue de las manos y no supo anticiparse al levantamiento que sucedió a plena luz y en la tarde del miércoles.
“Si en algún momento el presidente considera que debe cambiarnos estamos a su disposición, porque esa es su facultad privativa; pero, mientras me dé la confianza continuaremos trabajando”, certificó el ministro Novillo, quien acotó que efectuó un trabajo que no se vio, pero que se realizó desde la mañana del miércoles 26 de junio.
Foto: captura pantalla
Novillo brindó un dato interesante, porque reconoció que se enteró los movimientos irregulares en horas de la mañana y se comunicó con el comandante en jefe y el inspector general de las Fuerzas Armadas y convocó al Alto Mando militar de manera urgente a su despacho a la cual solamente asistieron tres de los miembros, porque los comandantes del Ejército, Fuerza Aérea y la Armada no respondieron a su llamado
“Estamos viniendo tres, porque los otros tres no responden, llegaron aquí a mi despacho, cruzamos unas breves palabras y les dije que teníamos que desactivar la insurrección, este alzamiento armado, les dije que llamen a las unidades militares, díganles que no hay orden del capitán general, ni del ministro para que movilicen tropas y si no, que se atengan a las consecuencias”, relató.
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Novillo aseguró que sin el afán de ‘llevarse la gloria’, fueron las acciones que se realizaron en su despacho conjuntamente los altos jefes militares que no se insubordinaron que permitieron detener el curso de las acciones, hecho que fue reconocido por el propio general sublevado Juan José Zúñiga al afirmar que la asonada fracasó porque varias unidades militares no se sumaron como en principio se habían comprometido.
Otro dato relevante brindado por el titular de Defensa es que cuando le informó a Arce sobre los presuntos aprestos militares, este le dijo que personalmente iba a hablar con Juan José Zúñiga, aunque no dio detalles si al final se dio esa comunicación. Además, dejó en claro que el grueso de las Fuerzas Armadas no se plegó al levantamiento y respetó su rol constitucional en una muestra de patriotismo y respeto al gobierno legalmente elegido.
Es más, a colación, se comunicó con su par de Gobierno, Eduardo Del Castillo, para coordinar las acciones pertinentes y así evitar que se disponga la salida de los efectivos policiales para contener al contingente militar que tomó la plaza Murillo, porque existe el antecedente de febrero de 2003 cuando sucedió una insurrección policial que terminó en un enfrentamiento con los militares que cuidaban el Palacio Quemado con pérdida de vidas.
Foto: captura pantalla
En ese sentido, aseveró que la oposición apela a especulaciones subjetivas con el objetivo de distorsionar la realidad de lo sucedido en plaza Murillo hace una semana, desgastar a la actual gestión y desacreditar al presidente Luis Arce Catacora, posición que es replicada por Evo Morales y sus seguidores quienes siguen la misma línea discursiva de la ‘derecha recalcitrante’.
Asimismo, lamentó que Morales de quien fue en una época uno de sus colaboradores más cercanos, se sume a la posición sentada por la oposición y el presidente argentino Javier Milei quienes aseguran que lo ocurrido en plaza Murillo el pasado miércoles fue un autogolpe y ratificó que el hecho en cuestión fue un atentado a la democracia del país.
“En el fondo coinciden en que fue un autogolpe, en el concepto esencial, en el núcleo de los hechos, el concepto coincide entre el fascismo de la derecha y los evistas diciendo que fue un autogolpe, pero no siendo objetivos en el análisis, haciendo subjetivaciones, solo haciendo análisis en base a especulaciones y esto es un exceso. Le digo a la ciudadanía que tenga el máximo cuidado con la información distorsionada que maneja la oposición”, espetó.
Foto: captura pantalla
Con respecto a la detención de Aníbal Aguilar Gómez, quien fue su asesor en algunos temas y le preparaba incluso los discursos para los actos públicos, el ministro aseguró que fue absolutamente sorprendido cuando se enteró sobre los vínculos con Zúñiga y el alzamiento armado. Reconoció que fue él mismo quien invito a Aguilar a trabajar en su despacho por las capacidades intelectuales de quien es hermano del exministro de Educación Roberto Aguilar Gómez.
“Yo quedé absolutamente sorprendido que haya estado involucrado el señor Aníbal Aguilar; en ese entendido, quiero manifestar de manera muy clara que la relación que tuve con él fue de no mucho tiempo atrás, en algún momento hablamos de que es hermano del exministro de Educación y que prácticamente no mantenían relación. Fue una designación de buena fe”, certificó la autoridad.
Asimismo, recordó que, en la madrugada del 27 de junio, un día después del alzamiento, recibió una llamada del ministro Del Castillo quien le informó que Aguilar estaba entre los supuestos gestores del golpe de Estado, por lo cual se comunicó inmediatamente con el Departamento de Recursos Humanos del Ministerio de Defensa para que proceda a su desvinculación inmediata.