En 2024 se secuestró 22 tn de coca del Perú; El Alto es punto de ingreso y acopio

Casi la totalidad, de los más de dos mil sacos de la hoja que fueron decomisados, llevaban el sello de Enaco, la Empresa Nacional de Coca del vecino país. Digcoin refuerza los controles para evitar su ingreso.

La coca decomisada en uno de los mayores operativos realizados este año. Foto: FELCN
La coca decomisada en uno de los mayores operativos realizados este año. Foto: FELCN

Fuente: Visión 360

 



Para quien conoce la hoja de coca, la diferencia entre la producida en Bolivia y la que entra ilegalmente, desde el Perú, es clara. La de contrabando, afirman, tiene una coloración amarillenta a marrón, es más larga, gruesa y está mezclada con tallos y “otras basuritas”. En síntesis, no es apta para el consumo. Pese a ello su ingreso ilegal no se detiene, lo que hace presumir que su único fin es el narcotráfico.

En lo que va del año, al menos 22 toneladas de coca peruana fueron secuestradas en territorio boliviano, de acuerdo con los reportes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), el Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas, y la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin). En tres de cuatro operativos se identificó que El Alto fue el centro de acopio y distribución.

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“La coca peruana no es apta para el consumo y eso lo saben todos. La hoja es gruesa, no tiene el tratamiento que se le da a la coca producida acá (en Bolivia). Esta coca ilegal, de dudosa procedencia, no tiene otro fin que el narcotráfico. Estamos intensificando los controles y ya se han decomisado más de mil bultos (de entre 24 y 25 libras)”, afirmó ante los medios de comunicación el viceministro de Coca y Desarrollo Integral (VCDI), Ernesto Mamani.

De acuerdo con los reportes públicos de los operativos de la Felcn, hasta la fecha se han secuestrado 2.003 sacos de coca de contrabando, con un peso total de 48.572 libras, lo que equivale a 22,03 toneladas. Casi la totalidad de los bultos se encontraban en yutes verdes con el sello de la Empresa Nacional de Coca del Perú, Enaco SA.

El Alto, acopio y distribución

El pasado 7 de julio, la Felcn efectuó uno de los mayores secuestros de contrabando de coca peruana de los últimos años. En medio de un operativo realizado en la tranca Aguirre, de la localidad de Colomi, en Cochabamba, se interceptó un tracto-camión que transportaba 1.032 sacos de la hoja contrabandeada.

Parte de la coca incautada porla Felcn. Foto: Felcn 

 

La coca decomisada en uno de los mayores operativos realizados este año.  Foto: FELCN
La coca decomisada en uno de los mayores operativos realizados este año. Foto: FELCN
Por Leny Chuquimia
miércoles 14 de agosto de 2024

Para quien conoce la hoja de coca, la diferencia entre la producida en Bolivia y la que entra ilegalmente, desde el Perú, es clara. La de contrabando, afirman, tiene una coloración amarillenta a marrón, es más larga, gruesa y está mezclada con tallos y “otras basuritas”. En síntesis, no es apta para el consumo. Pese a ello su ingreso ilegal no se detiene, lo que hace presumir que su único fin es el narcotráfico.

En lo que va del año, al menos 22 toneladas de coca peruana fueron secuestradas en territorio boliviano, de acuerdo con los reportes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), el Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas, y la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin). En tres de cuatro operativos se identificó que El Alto fue el centro de acopio y distribución.

“La coca peruana no es apta para el consumo y eso lo saben todos. La hoja es gruesa, no tiene el tratamiento que se le da a la coca producida acá (en Bolivia). Esta coca ilegal, de dudosa procedencia, no tiene otro fin que el narcotráfico. Estamos intensificando los controles y ya se han decomisado más de mil bultos (de entre 24 y 25 libras)”, afirmó ante los medios de comunicación el viceministro de Coca y Desarrollo Integral (VCDI), Ernesto Mamani.

De acuerdo con los reportes públicos de los operativos de la Felcn, hasta la fecha se han secuestrado 2.003 sacos de coca de contrabando, con un peso total de 48.572 libras, lo que equivale a 22,03 toneladas. Casi la totalidad de los bultos se encontraban en yutes verdes con el sello de la Empresa Nacional de Coca del Perú, Enaco SA.

El Alto, acopio y distribución

El pasado 7 de julio, la Felcn efectuó uno de los mayores secuestros de contrabando de coca peruana de los últimos años. En medio de un operativo realizado en la tranca Aguirre, de la localidad de Colomi, en Cochabamba, se interceptó un tracto-camión que transportaba 1.032 sacos de la hoja contrabandeada.

Parte de la coca incautada porla Felcn.    Foto: Felcn

 

En total eran 11,2 toneladas de hoja de coca (24.678 libras) que tenían el sello de Enaco. Su destino final, según el Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas, era el Trópico de Cochabamba.

“La coca prensada, proveniente de Perú, tiene sello de Enaco. Según la declaración del chofer, otra persona debía recibir el motorizado en Shinahota”, detalló entonces el viceministro Jaime  Mamani Espíndola.

Para su tránsito, el camión tenía un documento original, fechado en mayo de 2024, para el transporte de carga desde Santa Cruz a Iquique, Chile. Al regresar, el motorizado pasó por Oruro y La Paz, para arribar a Senkata, en El Alto. Fue en esta urbe donde cambió de contenedor por uno lleno de la hoja producida en el vecino país y se alteró la documentación.

Este no es el primer operativo en el que la joven urbe es el centro de acopio y de distribución de la hoja de contrabando. En  abril pasado, en el trayecto Oruro-Villazón, en un puesto de control de la Aduana, se interceptó un camión con 5,7 toneladas de coca de Enaco SA, distribuidas en 503 sacos.

Los operativos estan siendo reforzados. Foto: Felcn 

 

Al verse descubiertos, el conductor y su ayudante huyeron del lugar, pero ambos pudieron ser aprehendidos. Los primeros reportes señalan que la coca ingresó al país por diferentes fronteras para luego ser acopiada en El Alto, donde se cargó el contenedor interceptado. Las investigaciones revelaron que el conductor ya tenía antecedentes por narcotráfico.

Meses antes, el 13 de septiembre de 2023, un operativo de inteligencia realizado por la Felcn dio con un inmueble, del barrio San Felipe de Seke, que era utilizado como depósito de coca. Se encontraron 1,9 toneladas de la hoja peruana.

Desde Digcoin se informó que se realizan estudios e investigaciones de la forma en que se opera en El Alto. Se indicó que se identificaron redes que convierten dicha urbe en centro de acopio de la coca de contrabando y hasta de  monopolio de la producción que sí es legal.

La coca de Enaco

“Mmmm esta coca parece peruana, parece mezclada”, afirma doña Sabina, en un mercado de El Alto. Para ella la diferencia entre la hoja producida en el país y la que ingresa de contrabando es clara. “Es medio café, medio amarilla… dura. Lo mezclan para sacar ganancia”.

El 10 de enero, mediante tres operativos ejecutados en la carretera La Paz-Oruro, secuestraron 4.024 libras (1,8 toneladas) de coca de procedencia peruana y boliviana. Esta coca era  transportada en diferentes vehículos de forma ilegal, en algunos casos ya estaba mezclada.

Cada saco de Enaco puede tener enter 24 a 25 libras de coca. Foto: Felcn 

 

De la coca secuestrada en 2024, casi la totalidad venía en sacos de yute verde con la marca azul de Enaco SA, la empresa acopiadora de coca del vecino país. Solo los sacos de coca ya mezclada estaban sin marca.

Las autoridades y comerciantes señalan que el precio de la hoja peruana, en algún momento hasta tres veces menor a la boliviana, la hace llamativa para el contrabando, ya sea para introducirla al mercado legal o para usarla como materia prima del narcotráfico. En cualquiera de los dos  casos, su uso sube el margen de ganancias.

La razón de su precio está en la naturaleza de Enaco. La Empresa Nacional de la Coca SA  es una empresa estatal que -por más de medio siglo- está dedicada al acopio, comercialización e industrialización de la hoja de coca y sus derivados, “con fines lícitos y benéficos para la salud”.

El portal gubernamental del Perú señala que su principal función es atender la demanda legal de hoja de coca, tanto para el uso tradicional como para su industrialización, ya sea a nivel nacional como internacional.

La coca de contrabando es transportada en cisternas o contenedores. Foto: Felcn 

 

La coca decomisada en uno de los mayores operativos realizados este año.  Foto: FELCN
La coca decomisada en uno de los mayores operativos realizados este año. Foto: FELCN
Por Leny Chuquimia
miércoles 14 de agosto de 2024

Para quien conoce la hoja de coca, la diferencia entre la producida en Bolivia y la que entra ilegalmente, desde el Perú, es clara. La de contrabando, afirman, tiene una coloración amarillenta a marrón, es más larga, gruesa y está mezclada con tallos y “otras basuritas”. En síntesis, no es apta para el consumo. Pese a ello su ingreso ilegal no se detiene, lo que hace presumir que su único fin es el narcotráfico.

En lo que va del año, al menos 22 toneladas de coca peruana fueron secuestradas en territorio boliviano, de acuerdo con los reportes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), el Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas, y la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin). En tres de cuatro operativos se identificó que El Alto fue el centro de acopio y distribución.

“La coca peruana no es apta para el consumo y eso lo saben todos. La hoja es gruesa, no tiene el tratamiento que se le da a la coca producida acá (en Bolivia). Esta coca ilegal, de dudosa procedencia, no tiene otro fin que el narcotráfico. Estamos intensificando los controles y ya se han decomisado más de mil bultos (de entre 24 y 25 libras)”, afirmó ante los medios de comunicación el viceministro de Coca y Desarrollo Integral (VCDI), Ernesto Mamani.

De acuerdo con los reportes públicos de los operativos de la Felcn, hasta la fecha se han secuestrado 2.003 sacos de coca de contrabando, con un peso total de 48.572 libras, lo que equivale a 22,03 toneladas. Casi la totalidad de los bultos se encontraban en yutes verdes con el sello de la Empresa Nacional de Coca del Perú, Enaco SA.

El Alto, acopio y distribución

El pasado 7 de julio, la Felcn efectuó uno de los mayores secuestros de contrabando de coca peruana de los últimos años. En medio de un operativo realizado en la tranca Aguirre, de la localidad de Colomi, en Cochabamba, se interceptó un tracto-camión que transportaba 1.032 sacos de la hoja contrabandeada.

Parte de la coca incautada porla Felcn.    Foto: Felcn

 

En total eran 11,2 toneladas de hoja de coca (24.678 libras) que tenían el sello de Enaco. Su destino final, según el Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas, era el Trópico de Cochabamba.

“La coca prensada, proveniente de Perú, tiene sello de Enaco. Según la declaración del chofer, otra persona debía recibir el motorizado en Shinahota”, detalló entonces el viceministro Jaime  Mamani Espíndola.

Para su tránsito, el camión tenía un documento original, fechado en mayo de 2024, para el transporte de carga desde Santa Cruz a Iquique, Chile. Al regresar, el motorizado pasó por Oruro y La Paz, para arribar a Senkata, en El Alto. Fue en esta urbe donde cambió de contenedor por uno lleno de la hoja producida en el vecino país y se alteró la documentación.

Este no es el primer operativo en el que la joven urbe es el centro de acopio y de distribución de la hoja de contrabando. En  abril pasado, en el trayecto Oruro-Villazón, en un puesto de control de la Aduana, se interceptó un camión con 5,7 toneladas de coca de Enaco SA, distribuidas en 503 sacos.

Los operativos estan siendo reforzados.   Foto: Felcn

 

Al verse descubiertos, el conductor y su ayudante huyeron del lugar, pero ambos pudieron ser aprehendidos. Los primeros reportes señalan que la coca ingresó al país por diferentes fronteras para luego ser acopiada en El Alto, donde se cargó el contenedor interceptado. Las investigaciones revelaron que el conductor ya tenía antecedentes por narcotráfico.

Meses antes, el 13 de septiembre de 2023, un operativo de inteligencia realizado por la Felcn dio con un inmueble, del barrio San Felipe de Seke, que era utilizado como depósito de coca. Se encontraron 1,9 toneladas de la hoja peruana.

Desde Digcoin se informó que se realizan estudios e investigaciones de la forma en que se opera en El Alto. Se indicó que se identificaron redes que convierten dicha urbe en centro de acopio de la coca de contrabando y hasta de  monopolio de la producción que sí es legal.

La coca de Enaco

“Mmmm esta coca parece peruana, parece mezclada”, afirma doña Sabina, en un mercado de El Alto. Para ella la diferencia entre la hoja producida en el país y la que ingresa de contrabando es clara. “Es medio café, medio amarilla… dura. Lo mezclan para sacar ganancia”.

El 10 de enero, mediante tres operativos ejecutados en la carretera La Paz-Oruro, secuestraron 4.024 libras (1,8 toneladas) de coca de procedencia peruana y boliviana. Esta coca era  transportada en diferentes vehículos de forma ilegal, en algunos casos ya estaba mezclada.

Cada saco de Enaco puede tener enter 24 a 25 libras de coca.   Foto: Felcn

 

De la coca secuestrada en 2024, casi la totalidad venía en sacos de yute verde con la marca azul de Enaco SA, la empresa acopiadora de coca del vecino país. Solo los sacos de coca ya mezclada estaban sin marca.

Las autoridades y comerciantes señalan que el precio de la hoja peruana, en algún momento hasta tres veces menor a la boliviana, la hace llamativa para el contrabando, ya sea para introducirla al mercado legal o para usarla como materia prima del narcotráfico. En cualquiera de los dos  casos, su uso sube el margen de ganancias.

La razón de su precio está en la naturaleza de Enaco. La Empresa Nacional de la Coca SA  es una empresa estatal que -por más de medio siglo- está dedicada al acopio, comercialización e industrialización de la hoja de coca y sus derivados, “con fines lícitos y benéficos para la salud”.

El portal gubernamental del Perú señala que su principal función es atender la demanda legal de hoja de coca, tanto para el uso tradicional como para su industrialización, ya sea a nivel nacional como internacional.

La coca de contrabando es transportada en cisternas o contenedores.  Foto: Felcn

 

Al ser la única entidad de este tipo, Enaco tiene el monopolio estatal sobre la comercialización legal. Esto hace que la estatal sea la que fije el precio del kilo de coca y este se mantenga muy por debajo de la hoja boliviana desde hace varios años.

“Eso es lo que la hace llamativa para el contrabando, su bajo precio”, señala el director de Digcoin, Erwin Cornejo, en entrevista con Visión 360.

Sin precisar en las ubicaciones, por temas estratégicos, explica que se identificaron varios puntos de ingreso al país. La ciudad fronteriza de Desaguadero y el lago Titicaca son los principales.

En Perú y en Bolivia

El 1 de julio de 2024, como parte de las labores de interdicción al narcotráfico, la Felcn realizó operativos en la carretera La Paz-Oruro, en cercanías de la comunidad Kollpaña. Se identificó un camión cisterna color blanco que en su cilindro escondía 305 yutes color verde con 7.320 libras de hoja de coca peruana. El conductor fue aprehendido y el vehículo, junto con las 3,3 toneladas de hoja de coca, fueron secuestrados.

Si bien por lo general se encuentran yutes con el sello de Enaco, al país también ingresa coca peruana de producción ilegal que no fue acopiada por la estatal. Esta ingresa por el norte y por el altiplano de La Paz como si fuera producción nacional.

De acuerdo con el  Monitoreo de cultivos de coca en Perú, en 2023 el vecino país reportó  92.784 hectáreas de superficie cultivada con arbusto de hoja de coca en producción. El resultado fue menor al de 2022, cuando se contabilizaron 95.008 hectáreas.

Aunque por primera vez se marcó un quiebre en la tendencia al incremento, la situación en las zonas productoras que colindan con Bolivia va en contrasentido. En estas, la producción aún crece.

La coca se mezcla con coca paceña para dsimular su calidad. Foto: Felcn

 

Una de estas zonas es la de Inambari-Tambopata, que comparte frontera con Bolivia en el norte de La Paz. Esta es la segunda zona con mayor cantidad de superficie cultivada. Concentra el 11,2% del total nacional, con una superficie que alcanza las 10.433 hectáreas.

“En 2023, la zona de producción desacelera su tasa de crecimiento interanual respecto al año anterior, al registrar una variación del 1%, es decir, en 60 ha. Los incrementos interanuales entre 2019 y 2022 estuvieron por encima del 7%, con aumentos de 29% entre 2019-2020, 26% entre 2020-2021 y 7% entre 2021-2022. En el último quinquenio se ha pasado de 5.986 a 10.433 hectáreas, con un crecimiento de 74% entre estos años”, señala la publicación.

Asimismo, se explica que la producción se encuentra en seis distritos de la provincia de Sandia en el departamento de Puno.
En cuatro de estos distritos se han registrado crecimientos de entre el 18% y el 75%, lo cual mantiene la tendencia creciente de los años anteriores. Solo en dos distritos se registran pequeños decrecimientos del -1%.

“Lo que pasa en el norte de La Paz, frontera con el Perú, es que hay un aumento de la producción de coca, como es el caso de Apolo. Pese a que el año pasado se declaró zona ya erradicada, sin producción ilegal, la coca sigue ingresando. Entonces se puede pensar que esta es de contrabando. Coincide con el aumento de cultivos en el vecino país”, manifestó Cornejo.

Entre 2020 y 2022, diferentes investigaciones identificaron que una buena parte de la coca peruana que ingresa a Bolivia proviene de la zona productora de Vraem. De acuerdo con el  monitoreo 2023, esta es la primera zona de producción, ya que concentra el 41,2% del total nacional, con una superficie que alcanza las 38.253 hectáreas.

“La zona mantiene una tendencia creciente. La tasa de crecimiento interanual es de 7% respecto al año anterior, es decir, de 2.544 hectáreas. En el último quinquenio se ha pasado de 26.028 a 38.253 hectáreas, con un crecimiento de 47% entre estos años. Los incrementos interanuales entre 2019 y 2022 estuvieron por encima del 8%, con aumentos de 8% entre 2019-2020, 15% entre 2020-2021 y 11% entre 2021-2022”, detalla el informe.