El exmandatario asegura que solamente el Censo 2001 que fue realizado en su gobierno tuvo resultados creíbles y costó mucho menos que los de 2012 y 2024
El detalle del costo de los tres últimos censos publicado por Quiroga. Foto: RRSS JQR
Boris Bueno Camacho / La Paz
El expresidente Jorge Quiroga Ramírez criticó el gasto dispendioso de los dos censos de población y vivienda efectuados por el Movimiento al Socialismo (MAS): el primero, en 2012, durante el gobierno de Evo Morales Ayma, que no tuvo resultados finales, ni cartografía actualizada; y el de marzo de este año, en la actual gestión de Luis Arce Catacora, cuyos resultados dados a conocer la pasada jornada provocaron el rechazo de varios sectores políticos, económicos y sociales.
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Los censos proporcionan información valiosa para la toma de decisiones y planificación del desarrollo en el país y son esenciales para comprender las particularidades del crecimiento demográfico que permitan, además una correcta elaboración de las diferentes políticas públicas. Según las normas internacionales, esta encuesta de hogares casa por casa debe llevarse a cabo cada 10 años para medir los cambios en la población, dada su naturaleza dinámica.
“El único censo bien hecho este siglo en Bolivia es el que hice el 2001. El de Evo 2012 no tuvo resultados finales, ni cartografía, y costó casi 5 veces más. En el de Arce pocos confían y costó 7 veces más. Incapaces y saqueadores”, sentenció el exmandatario a propósito de la inversión que se programó para la elaboración de estos estudios de investigación demográfica.
En 2001, bajo el gobierno de Jorge Quiroga Ramírez, el censo mostró que la población boliviana era de 8.274.325 habitantes. En 2012, durante la administración de Evo Morales, el censo registró un crecimiento aún mayor, con alrededor de 10.059.856 personas; sin embargo, este último tuvo varios cuestionamientos por el manejo que se hizo en esta consulta para sostener criterios absolutamente políticos del gobierno de ese entonces.
Quiroga, en una anterior declaración, mencionó el Censo 2001 verificado en su mandato permitió realizar el Diálogo Nacional como mecanismo permanente de participación social en el diseño, seguimiento y ajuste de las políticas destinadas a la reducción de la pobreza, con fondos provenientes de la condonación de la deuda.
“Bolivia accedió a la Iniciativa de Alivio para Países Pobres Muy Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés), a través de la cual se condonaron 788 millones de dólares en la primera fase y 1.776 millones de dólares en la segunda fase, fondos que en lugar de destinarse al servicio de la deuda externa fueron distribuidos en el país durante 40 años”, apuntó el exmandatario en esa ocasión.
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En cambio, el Censo 2012 provocó más de una polémica bajo la denuncia de diferentes actores sobre una supuesta manipulación y que se llevó a cabo con una cartografía incompleta; por ello, habría presentado una serie de omisiones importantes y pretendió imponer a la población que se acomode a la retórica gubernamental de la plurinacionalidad, cuando en el país, de acuerdo con diferentes investigaciones, es mayoritariamente mestizo. Varios sectores de la población rechazaron los datos y tampoco hubo una encuesta post censal.
La pasada jornada, el director del INE, Humberto Arandia presentó los resultados preliminares del censo y anunció que el país tiene 11.312.620 habitantes al 23 de marzo de 2024. Los resultados provocaron el desconcierto y el rechazo generalizado porque el crecimiento registrado en el informe desde 2012 hasta este año está muy por debajo de las proyecciones estimadas por el propio Instituto Nacional de Estadística (INE), que estimaba que en 2022 la población del país ascendía a 12.332.252 habitantes.
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En cuanto al presupuesto utilizado para esas consultas: el Censo 2001 tuvo un costo de 11 millones 700 mil dólares; la consulta de 2012 significó un gasto superior en cinco veces al anterior ya que significó que el erario nacional disponga 55 millones de dólares para ello; y en el último que se efectuó el 23 de marzo de este año, se gastaron 83 millones 900 mil dólares, siete veces más que el realizado en 2001.