Pese a dramática agonía de exministra Roca, la justicia no la aparta del caso respiradores. En 2022, el exdirector del Fondo Indígena, Marco Antonio Aramayo, sufrió un ataque cardíaco en prisión debido a las negativas de la justicia de procurarle un tratamiento médico.
eju.tv
Juan Carlos Véliz / La Paz
No es la primera vez que la justicia boliviana actúa con insensibilidad en contra de acusados que tienen la salud deteriorada. El exdirector del Fondo Indígena, Marco Antonio Aramayo, murió en abril de 2022 en condición de privado de libertad debido al deterioro grave de su salud y ahora repite su accionar con la exministra de Salud, Eidy Roca, quien pese a su dramática agonía continúa como acusada del caso respiradores chinos.
«Estamos preparados para evaluar cualquier solicitud que se presente. Si recibimos los certificados médicos adecuados, el Ministerio Público analizará la situación de inmediato», anunció hoy el Fiscal General del Estado, Juan Lanchipa, al precisar que el Ministerio Público no recibió ninguna solicitud formal de la defensa de la exfuncionaria.
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Sin embargo, los abogados de Roca alegaron que solicitaron en varias audiencias que la exfuncionaria sea apartada del proceso debido a que está incapacitada física y mentalmente para asumir defensa jurídica.
La exministra de Salud padece de ELA (Esclerosis lateral amiotrófica) que la dejaron inmovilizada y al extremo de quedar postrada en cama con respiración artificial.
Recientemente sufrió un paro cardiaco y tuvieron que practicarla una traqueotomía para facilitar la ventilación de los pulmones.
«Esta enfermedad se está alimentando del sufrimiento y del estrés que esta teniendo mi hermana de este juicio injusto», lamentó su hermana Lady Roca.
Autoridades como el ministro de Justicia, Iván Lima, solicitaron que Roca sea apartada del caso respiradores por su estado de salud crítico; sin embargo, el juez del caso aún no se pronunció.
El sufrimiento que atraviesa Roca y su familia trae a memoria la muerte de Marco Antonio Aramayo, el denunciante de la millonaria corrupción en el Fondo Indígena, quien después de permanecer siete años detenidos en la cárcel murió en abril de 2022.
El acusado presentó en reiteradas ocasiones recursos para salir de la cárcel y procurarse un tratamiento médico adecuado; sin embargo, la justicia se mostró indolente y encima le cargó 256 procesos y no probó ninguna acusación en su contra.
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Aramayo sufrió un paro cardíaco en su celda en la cárcel de San Pedro de La Paz y fue trasladado de emergencia a una clínica de La Paz debido al daño neurológico que sufrió, pero su salud empeoró.
El caso también trae a memoria lo ocurrido con el expresidente del Servicio Nacional de Caminos (SNC), José María Bakovic, quien murió en 2013 en La Paz después de que fue obligado por la justicia a declarar en la sede de gobierno por varias denuncias penales pese a que médicos prohibieron su desplazamiento en ciudades de altura debido a su estado de salud.