Durante la sesión de entrenamiento los jugadores realizaron ejercicios regenerativos seguidos de trabajos en espacios reducidos.
Fuente: eldeber.com.bo
La selección boliviana comenzó su camino hacia la doble fecha de Eliminatorias para el Mundial 2026, realizando su primer entrenamiento en el estadio Hernando Siles bajo la dirección del nuevo entrenador, Óscar Villegas. Este primer contacto con el plantel se llevó a cabo en la tarde del lunes y marca el inicio de una intensa preparación, ya que Bolivia se enfrentará a Venezuela el 5 de septiembre en el Estadio Municipal de Villa Ingenio, en El Alto, y luego visitará a Chile el 10 de septiembre, en Santiago.
Durante la sesión de entrenamiento los jugadores realizaron ejercicios regenerativos seguidos de trabajos en espacios reducidos. Este enfoque táctico permitió al entrenador observar de cerca a los futbolistas en acción. Villegas optó por alinear a cuatro defensores: Diego Medina, Luis Haquin, José Sagredo y Roberto Fernández, quienes han sido pilares en la defensa durante la Copa América. Esta elección ha generado especulaciones sobre la estrategia que la Verde podría implementar en su enfrentamiento contra Venezuela.
No obstante, el cuerpo técnico no se limitó a estos cuatro jugadores. También se evaluaron a otros defensores como Yomar Rocha, Pablo Vaca, Marcelo Suárez, Marcelo Tórrez y Luis Paz, quienes podrían desempeñar un papel crucial en la defensa. La flexibilidad táctica de Villegas es evidente; si decide utilizar una línea de cuatro defensores, se descartaría el sistema de cinco que utilizó su predecesor, Antonio Carlos Zago, en la Copa América.
En el contexto de la preparación física, Maximiliano Alonso, el preparador físico de la selección, ha subrayado la importancia de la recuperación de los jugadores tras sus compromisos recientes. Alonso ha indicado que hasta el martes se centrará en la recuperación de los futbolistas, quienes han tenido diferentes cargas de trabajo en sus respectivos clubes. A partir del miércoles, se implementará un régimen de entrenamiento más intenso, con el objetivo de desarrollar un equipo que sea rápido y dinámico, capaz de aprovechar al máximo las condiciones de altitud.
El ambiente en el equipo es optimista, especialmente entre los jugadores más jóvenes, quienes están ansiosos por demostrar su valía. Enzo Monteiro, el delantero de solo 20 años, expresó su entusiasmo por formar parte de este proceso y destacó la importancia del apoyo de los jugadores más experimentados.