El presidente de la filial Santa Cruz, Carlos Oropeza, recuerda que este tipo de alimentos ya se consume en los productos que provienen de otros países.
eju.tv / Video: DTV
Boris Bueno Camacho / La Paz
El vicepresidente de la Sociedad Boliviana Médica de Salud Pública filial Santa Cruz, Carlos Oropeza, aseguró que la ingesta de alimentos que tienen transgénicos no provoca daño a los seres humanos, aseveración que habría sido demostrada en investigaciones hechas sobre el consumo de alimentos transgénicos u organismos genéticamente modificados (OGM) y sus efectos en la salud pública.
Oropeza defendió el uso de transgénicos en la producción agropecuaria de manera racional y correcta, porque permitirá mejorar el rendimiento de los cultivos, incrementar sus defensas ante las plagas y disminuir el uso de plaguicidas que en muchos casos son tóxicos, aspectos que contribuyen a mejorar la seguridad alimentaria en el mundo; por ello, pidió la liberación del uso de estos productos que contienen elementos modificados mediante la biotecnología.
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Foto: captura pantalla
El profesional señaló que la mayoría de los estudios de investigación coinciden en que existen sobre todo tres factores positivos en la utilización de organismos genéticamente modificados: el incremento de la seguridad alimentaria porque mejora el rendimiento de los cultivos, la mejora de la nutrición en las personas y la reducción del uso de los pesticidas porque los diferentes productos al ser resistentes a las plagas permiten cuidar el ambiente y mejorar la salud.
Sin embargo, reconoció que también existen algunos aspectos negativos en el uso de los transgénicos como el riesgo de alergias a los componentes modificados biológicamente, la resistencia a antibióticos e impacto a largo plazo que hasta la fecha no fueron totalmente determinados ya que existen países que usan esta clase de alimentos desde hace décadas y continúan con las investigaciones sobre las probables consecuencias a la salud pública.
“¿Cuándo un problema de salud se convierte en un problema de salud pública? Cuando tiene una magnitud, trascendencia y vulnerabilidad; cuando abarca a la mayor cantidad de la población y los daños más frecuentes (por el uso de transgénicos) son las alergias y, a veces, la resistencia a antibióticos, cosa que revisando el perfil epidemiológico de las regiones habría que ver si estas patologías están presentes”, apuntó.
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Recordó además que, si bien en Bolivia existe una restricción hacia este tipo de organismos desde 2009, existen indicios de que algunos cultivos transgénicos, como la soya ya son utilizados desde el año 2005 especialmente en Santa Cruz y que en la actualidad una gran cantidad de esa leguminosa responde a ese criterio porque se usa semilla genéticamente modificada y hasta el momento no hubo reportes sobre daños a la salud pública por su consumo.
“Asimismo, el maíz amarillo duro, el 60 o 70% de la producción es transgénica. Y si vemos en qué se utiliza la soya y el maíz transgénicos es en la alimentación de los pollos, de los cerdos y de las vacas, en las tres proteínas desde hace varios años atrás, el 70% ciento de la alimentación está constituido por el maíz duro, un 20% por la soya y el 10% por vitaminas; por tanto, soya y maíz transgénicos los estamos consumiendo a través del consumo de pollos, cerdos y vacas”, certificó.
Foto: captura pantalla
El acceso a la biotecnología es una solicitud constante de los productores agropecuarios de Santa Cruz mediante la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO), que instalaron con el gobierno un gabinete agropecuario el cual se reunirá nuevamente este martes para determinar el uso de transgénicos, que son aquellos alimentos que fueron modificados genéticamente para conferirles características específicas como la resistencia al clima, a las plagas y los herbicidas.
Según la información de su página institucional, la Sociedad Boliviana de la Salud Pública es una organización dedicada a promover el desarrollo de la salud en Bolivia. Se enfoca en la investigación, educación y desarrollo de políticas públicas para mejorar la salud de la población. Su objetivo principal es contribuir a la formación de profesionales en el campo de la salud y promover la salud pública en el país.