El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina; el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, y el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Germán Jiménez, están en la mira.
Fuente: ANF
La Paz- Aumenta el malestar por el desabastecimiento de diésel en el país y también suman las voces que piden la renuncia o destitución de altas autoridades del sector hidrocarburífero por el “caos” que ha generado este problema.
El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina; el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, y el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Germán Jiménez, están en la mira.
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El secretario de Relaciones de la Confederación de Choferes de Bolivia, Víctor Tarqui, al calificar de contundente el paro del transporte este jueves, también exigió la renuncia del titular del Ministerio de Hidrocarburos.
“Observar al ministro de Hidrocarburos (Franklin Molina), que en su momento en el congreso nacional se ha pedido su cambio, porque lamentablemente no ha cumplido con garantizar el combustible”, afirmó el dirigente.
Añadió que un ministro que no cumple los compromisos “debe dar un paso al costado”, toda vez que la falta de combustible en el país no solo afecta al sector del transporte, sino que existe un impacto directo en la economía de todos los bolivianos.
“Según el Gobierno, la cotización del dólar está a 6,96 (bolivianos), pero ahora está a 11 bolivianos, cuánta diferencia hay. Una batería que costaba 400 bolivianos, ahora cuesta 500 bolivianos, la incidencia es de 100 bolivianos. Esa es la situación”, comentó.
El senador Leonardo Loza se sumó a las críticas contra el gobierno de Luis Arce, “El país tiene problemas como nunca, ni en los gobiernos del señor (Carlos) Mesa, de la ‘dictadura” de (Jeanine) Añez, de Hugo Banzer, de (Jorge) Quiroga, en ese tiempo había dólares y había combustible”, dijo.
Acusó al gobierno de “secuestrar” y “estrangular” la economía del país, y que el peor bloqueo es la falta de combustible, cuyo autor de esta situación –dijo- es el gobierno de Arce. “Cuando todavía teníamos relación con Arce sugerimos cambios en su gabinete y no lo hizo”.
“Los ministros no sirven” por eso se están generando estos problemas, insistió el senador Loza, al precisar que no es tarde para cambiar a los ministros que sean “incapaces”.
Por su parte, el diputado Héctor Arce señaló que YPFB y la ANH “están haciendo una mala gestión”, por lo tanto, si el gobierno quiere dar una señal a los transportistas tiene que “destituir” al ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina; al presidente de YPFB, Armin Dorgathen, y al director ejecutivo de la ANH, Germán Jiménez.
En su opinión, estas altas autoridades no tienen una planificación estratégica, sino que están en una permanente improvisación, “hay más de 1.000 cisternas varadas entre Paraguay y Argentina, hay otro tanto de 1.000 cisternas entre Chile-Perú”, añadió el diputado.
La Cámara Boliviana de Transporte, la Cámara de Transporte del Oriente y la Confederación de Chóferes de Bolivia y otras organizaciones de este sector han pedido el cambio de estas tres altas autoridades que conducen la política hidrocarburífera del país.
El desabastecimiento del combustible, particularmente del diésel, ha ido en aumento de manera sistemática, hace un par de semanas el transporte organizado suscribió un acuerdo con el Gobierno el que no se cumplió, en el mismo las autoridades se comprometieron a garantizar carburantes para las operaciones del sector.
Mientras que en relación con el dólar, la escasez data de febrero de 2023, el tipo de cambio ha ido en ascenso de Bs. 6,96 ahora la cotización en el mercado negro o paralelo llega a 11 o a 12 bolivianos, denunciaron en el sector productivo. Esta situación afecta las operaciones de los importadores y provoca un incremento en el precio de los productos y artículos.
/NVG/