De «mejor economista de América Latina» a «el peor presidente de la historia»: Cuatro claves que explican el divorcio Luis Arce-Evo Morales

El partido político del expresidente Morales afronta una fractura interna que ahora pasó al plano de las calles con enfrentamientos violentos entre militantes.

Un pasaje cuando Evo Morales y Luis Arce compartían testera y sonrisas. / Foto: Archivo

 

eju.tv
Juan Carlos Véliz / La Paz



Cuando Evo Morales eligió a Luis Arce como candidato a la presidencia por el MAS-IPSP en 2020 desde Argentina dijo que se trataba del “mejor economista de América Latina”; cuatro años después, lo cataloga como “el peor presidente de la historia” de Bolivia. Cuatro claves explican cómo fue el divorcio entre ambos líderes.

Luis Arce Catacora fue ministro de Economía de Evo Morales (2006-2019) durante 12 de sus casi 14 años de Gobierno y es considerado el autor del modelo económico exitoso que acompañó al exmandatario como consecuencia de los altos precios de los hidrocarburos.

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En ese periodo y hasta 2020, el economista fue elogiado por el jefe del partido en diferentes ocasiones. El 11 de octubre de 2020 publicó en la entonces red social Twitter ahora X lo siguiente: “Como lo hemos hecho hace 14 años, Lucho Arce, el mejor economista de América Latina, volverá a sacar al país de la crisis económica con su gran experiencia en gestión pública pero también por su compromiso ante el pueblo boliviano”.

En su libro “Volveremos y seremos millones”, publicado en 2020, el expresidente afirma que “Lucho es experto en cuidar la economía, en buscar y cómo hacer para generar divisas” e indica que “de Lucho aprendimos el tema administrativo, aprendí del cuidado de la gestión pública”. Era el economista detrás de la bonanza económica que tuvo su pico en 2014 debido a los máximos alcanzados por la exportación de hidrocarburos.

Cuatro años después, Morales catalogó en varias ocasiones al presidente Arce de ser el “peor presidente de la historia” de Bolivia y ahora mismo dirige una marcha en contra de su otrora hombre de confianza.

1.La autonomía de Arce

La discordia en el MAS inició a finales de 2021 cuando Evo Morales y su entorno exigieron el cambio de ministros.

Una de las primeras claves para entender el divorcio entre Evo Morales y Luis Arce que ahora se encuentra de su punto máximo de ebullición es la autonomía del Mandatario. El jefe del partido, a su retorno del asilo político en Argentina, creyó tener también el control del órgano Ejecutivo e incidir en las decisiones de su exministro.

En una primera instancia planteó cambios en el gabinete ministerial, una atribución privativa del Presidente. Uno de los ministros cuestionados fue el de Gobierno (Interior), Eduardo Del Castillo, quien en una sesión de la Asamblea en junio de 2023 fue separado del cargo; sin embargo, Luis Arce lo destituyó por unas horas y lo volvió a posesionar en el cargo.

Esta fue una de las muestras del quiebre interno que sufre el partido desde 2021. El Presidente, el lunes, reveló que Morales quiso hacer de él un “títere”. “Aquí estoy, Evo. No me escaparé y si quieres solucionar un problema que tienes conmigo, porque no acepté ser títere tuyo, vente aquí, te espero y resolvamos ese problema, asumiendo las reglas de la democracia”, manifestó.

Morales también observó las actitudes de David Choquehuanca, el vicepresidente, como la formación de escuelas políticas para la formación de nuevos líderes del partido; sin embargo, su también otrora canciller hizo caso omiso al exmandatario.

Arce apeló a su autonomía como Mandatario y comenzó a administrar el poder flanqueado por organizaciones sociales del llamado Pacto de Unidad.

2. Control del partido

Otro punto de ruptura que enfrenta al partido que en 2005 llevó a Morales a la presidencia y a Luis Arce en 2020 es el control del partido. Las dos fracciones del MAS-IPSP celebraron dos congresos de renovación de la dirigencia partidaria sin la aprobación del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que no reconoce a ninguno de los bandos.

El MAS leal a Evo Morales realizó en 2023 un congreso en Lauca Ñ (Cochabamba) que lo ratificó como presidente del partido y proclamó como candidato único para las próximas elecciones presidenciales. A dicho encuentro no asistieron los mandatarios.

El MAS que respalda a Luis Arce celebró un congreso en mayo de este año en la ciudad de El Alto y eligió al dirigente Grover García como el nuevo presidente en reemplazo de Evo Morales, pero ninguno de los dos eventos tiene el reconocimiento del TSE.

El exmandatario acusó en varias ocasiones a su exministro de Economía de buscar la proscripción de la sigla del partido, MAS, para que éste pueda candidatear con otro partido.

3. La ruptura en el Legislativo

La fractura interna del partido también cobró su factura en la Asamblea Legislativa donde el MAS tenía mayoría sobre otras fuerzas políticas como Comunidad Ciudadana y Creemos; sin embargo, ahora ni el arcismo o el evismo tienen el control del órgano Legislativo y deben recurrir a alianzas con fuerzas de oposición para aprobar leyes.

Uno de los casos llamativos es el bloqueo en el Legislativo de más de 1.000 millones de dólares de créditos externos que podrían dinamizar la economía golpeada por la crisis. Arce y sus funcionarios acusaron a los parlamentarios del partido de boquear la economía del país.

Con un Legislativo fracturado, el Presidente tiene poco campo de acción en la aprobación de normas o créditos para afrontar la crisis económica y debe recurrir a decretos supremos para gobernar.

Analistas políticos opinan que esta situación agravó la crisis del partido gobernante.

4. La candidatura “única” de Evo Morales

Desde el Gobierno denuncian que el objetivo principal del exmandatario con la marcha que dirige ahora desde Caracollo (Oruro) hasta La Paz es la generación de un conflicto social que puede derivar en la renuncia de Arce y de su vicepresidente David Choquehuanca para que la presidencia sea asumida por el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez.

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Uno de los objetivos de la columna, entre otras demandas de corte económico, es el reconocimiento de la candidatura de Evo Morales para las próximas elecciones porque existen candados legales que le impiden una nueva postulación al cargo. Uno de ellos es la Constitución boliviana que establece que el presidente del Estado tiene derecho a una sola reelección continua.

Morales agotó ese derecho en las elecciones de 2014 cuando fue reelegido en el mismo cargo.

Sin embargo, los abogados del exmandatario insisten en que no existen impedimentos legales válidos para frenar una nueva postulación, por lo que ahora con una marcha se pretende presionar al órgano Ejecutivo y al órgano Electoral para que validen su candidatura.

El otro trasfondo de esta acusa es la sospecha del evismo de que Luis Arce será candidato a la reelección en los comicios de 2025; no obstante, el Mandatario hasta ahora no comunicó oficialmente su intención de repostular al cargo.