La enardecida masa lo acusaba de haber asesinado a un transportista
Fuente: Infobae
El centro de Cayambe, una apacible comunidad indígena al norte de la provincia de Pichincha ubicada a 40 kilómetros de Quito, fue el horrible escenario de un linchamiento. Un hombre, que se estima tendría 42 años, fue asaltado, golpeado y colgado vivo en venganza por la muerte de otro hombre que habría sido asesinado por el primero. El linchado fue brutalmente golpeado, posteriormente despojado de toda su ropa y colgado de su garganta en una horca improvisada que pendía de uno de los balcones del edificio municipal, que es la sede del gobierno local.
El hombre fue identificado como Luis V., que fue acusado por la turba de ser el responsable de la muerte el transportista Patricio Ramiro Iguango Andrango, cuyo cuerpo fue hallado en una quebrada de Quito tras su desaparición el 12 de septiembre.
Luis V., habría muerto por ahorcamiento. Fue arrastrado por el populacho con anticipación al someterse a un procedimiento de justicia indígena que se desbordó debido a la indignación popular. Tras el estrangulamiento, el cuerpo permaneció colgado durante al menos cuatro horas, a plena luz del día, expuesto en la plaza central de Cayambe a vista incluso de niños que observaron la macabra escena de crueldad y salvajismo.
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Se estima que la comunidad que linchó al sujeto procede de Santa Isabel, lugar de origen del transportista Patricio Iguango, quien habría desaparecido el 12 de septiembre y su cuerpo fue encontrado sin vida y en descomposición en la quebrada de Oyacoto, al norte de Quito. Según su familia, el día de su desaparición, Patricio habría salido antes el amanecer de su casa para atender un recorrido de transporte de carga liviana que habría arrancado del centro de Cayambe y que, en horas de la tarde del mismo día, perdieron su rastro, por lo que llamaron a la Policía Nacional.
Las autoridades policiales y políticas de Cayambe no pudieron intervenir de inmediato y solo después pudieron ocupar el edificio, subir a la terraza desde la que se tendió la cuerda que ahorcó al sujeto y descolgar al asesinado. Circulan en redes sociales videos donde se puede apreciar el momento del linchamiento, de la brutal golpiza, del arrastramiento y del ritual de ahorcamiento que presenciaron centenares de personas que se agolparon a presenciar la macabra escena.
Algunas personas han manifestado su preocupación con respecto a esta medida, dudando de la efectividad de la justicia indígena, un mecanismo introducido en la Constitución ecuatoriana de 2008 para confiar en los ancianos de las comunidades indígenas la resolución pacífica de los conflictos populares. Sin embargo, la justicia indígena no goza de jurisdicción para atender delitos contra la vida, como este caso, ni reemplaza a la justicia ordinaria en materias que le son de conocimiento privativo. La pena capital está prohibida en el Ecuador y ningún delito se sanciona con la muerte del infractor, con lo cual, quienes hayan dado la orden de captura, ejecución y macabra exhibición deberán responder ante la justicia.
Según sus principios, la justicia indígena busca restaurar el equilibrio social a través del diálogo y la reparación de medidas simbólicas, según el Manual de Justicia Indígena publicado en 2018 por el Movimiento Indígena de Cotopaxi, documento disponible en la página web de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador.