La menguada población de delfines rosados de la Amazonía sufre otro duro golpe


El Gobierno también anunció subsidios para cerca de 100.000 pescadores afectados por la falta de agua en los ríos.

Especialistas asisten a los delfines muertos en el lago Tefé, Brasil, 2023. Miguel Monteiro / Instituto Mamirauá

Fuente: RT

 



La imagen de cientos de delfines rosados de agua dulce flotando muertos a lo largo del río Amazonas, en Brasil, fue una de las más tristes de la falta de lluvias en esta región el año pasado. Pero en 2024, en el que el país sufre la sequía más severa de las últimas siete décadas, los especialistas alertan de que la historia puede repetirse.

Una plataforma desarrollada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Brasil y la MapBiomas, que lleva un control de 23 de los 60 lagos de la cuenca del Amazonas, alerta de un aumento de la temperatura del agua en los ríos, que puede afectar a estos animales sagrados para las comunidades indígenas, que los consideran guardianes del mundo marino.

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Un delfín encontrado muerto en la Amazonía brasileña. Miguel Monteiro / Instituto Mamirauá 

 

«Lo más preocupante es que, el 23 de septiembre, 12 lagos ya presentaban temperaturas superiores a los valores observados en 2023, año en el que las aguas alcanzaron temperaturas extremas, resultando en una catástrofe para la población de delfines amazónicos«, explicó Helga Correa, especialista en conservación de WWF-Brasil.

La idea de monitorear la temperatura del agua ocurrió después que, en 2023, se encontrasen sin vida a 330 delfines rosados y tucuxi en los lagos Tefé, uno de los favoritos de estos animales, y Coari, ambos en el estado de Amazonas.

Especialistas asisten a los delfines muertos en el lago Tefé, Brasil, 2023. Miguel Monteiro / Instituto Mamirauá 

 

El Instituto Mamirauá, que confirmó que aquella tragedia ocurrió porque la temperatura del agua llegó a los 40 grados centígrados, totalizó este año 23 delfines muertos en Tefé.

«Estrés hídrico»

«Con el estrés hídrico, los delfines se vuelven más vulnerables y expuestos a conflictos con los pescadores y otras interacciones humanas negativas», advirtió la oceanógrafa Miriam Marmontel.

En un intento de evitar una nueva fatalidad y definir protocolos de emergencia, un grupo de biólogos, veterinarios y pescadores participó en agosto en una expedición para instalar microchips en varios delfines. El objetivo fue monitorear los movimientos de estos animales, que son una especie única de agua dulce.

Tras las medidas desplegadas, según Marmontel, el equipo de expertos «está preparado» y, de llegar un momento crítico, anunciaron que intervendrían para sacar a los animales de las zonas de riesgo.

La extrema sequía llevó el mes pasado al presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, hasta al estado de Amazonas, donde visitó a comunidades que quedaron aisladas por la falta de agua en los ríos. Este martes, el Gobierno anunció un subsidio de 2.824 reales (unos 500 dólares) para cerca 100.000 pescadores afectados.


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