“Al suicidio le estamos llamando desarrollo”: Panelistas del foro político plantean alternativas sostenibles al extractivismo

El Foro Político Multiactor, que reúne en La Paz a más de 200 personas de diversos puntos de Bolivia, abrió sus debates con un panel que se pregunta si el modelo de desarrollo está en crisis y, si fuera así, cuáles serían las alternativas. La respuesta de los panelistas fue que el modelo presenta señales de crisis y, en ese contexto, expusieron alternativas sostenibles.

Los panelistas fueron (de derecha a izquierda) Alfredo Zaconeta, Cecilia Requena y Marcelo Arandia. Foto:Sumando Voces

Fuente: Brújula Digital 

Sumando Voces



Mery Vaca

 

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Los panelistas fueron la senadora ambientalista, Cecilia Requena; el investigador en temas de minería, Alfredo Zaconeta; y el director del CIPCA Santa Cruz, Marcelo Arandia, quienes criticaron las políticas gubernamentales que invierten sus esfuerzos y recursos en el modelo extractivista, centrado en la producción de gas, minería y el agronegocio.

Explicaron que el negocio del gas está en declive, la minería cooperativista no deja ingresos para el país, mientras que el agronegocio está causando la depredación de los bosques, por lo que es urgente generar alternativas.

“Al suicidio lo estamos llamando desarrollo”, expresó la senadora Requena, refiriéndose a las políticas que destruyen el medio ambiente.

“Cuando más deberíamos defender el bosque, cuando más deberíamos defender los bofedales, cuando más deberíamos defender nuestros glaciares frente a la crisis climática; en nombre del desarrollo justamente hacemos lo contrario, destruimos los bosques, contaminamos el agua con la minería y destruimos áreas protegidas por los hidrocarburos, violamos derechos humanos de los pueblos indígenas de tierras altas y tierras bajas”, expuso la senadora Requena.

“Se supone que el desarrollo es positivo (…), pero estamos destruyendo las bases de nuestro futuro”, indicó.

Y “claro que hay alternativas”, indicó para luego detallar los modelos agroforestales, el ecoturismo que, además, es de base ancha porque permite la generación de empleo, sobre todo para las mujeres.

Citó también la producción de café, cacao, asaí, el vino, la quinua, el amaranto, entre otros productos que permiten un modelo regenerativo del bosque y los ecosistemas, mientras que el extractivismo destruye el medio ambiente.

Insistió que las alternativas existen, pero dijo que las políticas estatales están al revés, apostando por la deforestación y otros daños al medio ambiente.

Modelo de base territorial

Marcelo Arandia expuso datos sobre la deforestación en beneficio del agronegocio, pero precisó que el 61% de los alimentos que consume el país son provistos por la mediana y pequeña agricultura.

Indicó que, en los últimos 20 años, se destruyeron 7 millones de hectáreas de bosque para destinar las tierras a la producción de oleaginosas, un sector que ahora se beneficia con tres eventos transgénicos que, a decir de Arandia, agravarán la crisis del sector agrícola.

En ese marco, planteó un modelo económico productivo de base territorial, en el que interactúen los sistemas productivos familiares y comunales, que permitan el acceso y aprovechamiento sostenible a los bienes comunes mediante el manejo sostenible de los recursos naturales.

Este modelo promueve la seguridad alimentaria, gestión territorial, resiliencia y la gobernanza ambiental e hídrica. Arandia explicó que estos modelos están siendo puestos en práctica en varios proyectos del CIPCA.

Minería sin beneficios

Alfredo Zaconeta explicó que, frente al agotamiento de los recursos del gas, la minería ha vuelto a recobrar notoriedad, pero no deja beneficios concretos al país, salvo al sector de los cooperativistas.

Dijo que el 2023, se alcanzó una producción de 46,6 toneladas de oro, que generó 2.865 millones de dólares, pero el país solo recibió 60 millones de dólares por regalías, que se destinaron a las gobernaciones y a los municipios, pero no al Estado central.

Entonces, la explotación de oro “no representa ingreso alguno”, dijo el especialista, quien, por el contrario, citó saldos negativos de la actividad extractiva del oro, que no sólo tienen que ver con el mercurio, sino con el derrame de combustibles, deforestación, entre otros.

El especialista propuso un cambio de la ley minera para que esta actividad no solo beneficie a un grupo, sin embargo, es pesimista sobre los cambios porque este sector genera 140 mil fuentes laborales, las que seguramente el Gobierno no querrá perder.

Por el contrario, dijo que la actividad va en aumento, al punto que el 2022, 158 de los 340 municipios estaban inmersos en la extracción minera, pero Zaconeta considera que para 2024, esa cifra seguramente subió a más de 200.

BD