Aseguran que el perjuicio a los productores de esa región es enorme y fustigan al gobierno por preocuparse solamente del levantamiento de la subvención mediante la entrega de la importación de carburantes a privados.
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Boris Bueno Camacho / La Paz
Diferentes sectores productivos de la región del trópico de Cochabamba denuncian que desde hace cinco semanas no existe distribución de combustibles en esa región, hecho que afecta a los diferentes sectores económicos que necesitan de diésel y gasolina para regularizar sus actividades que están paralizadas por la falta de estos y provoca un impacto en la economía de las familias que viven de su producción.
La secretaria ejecutiva de la Federación Mamoré Bulo Bulo, Rosabel Mamani, afirmó que los productores de piña y banano tienen varias complicaciones por la falta de combustible, porque, por un lado, la producción está mecanizada y necesita de diésel para que las máquinas funcionen y, por otro, el transporte ha incrementado tarifas para trasladar los productos a los puntos de destino, porque adquieren el combustible a mayor precio y ello repercute en el precio final.
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“El desabastecimiento de combustible está acarreando muchos problemas al sector productivo, el combustible se está distribuyendo en poca cantidad a los otros departamentos y ciudades, pero en el trópico todavía, nuestros productores están desesperados, en este clima aumenta la producción en el sector bananero y piñero; pero, los pasajes del transporte se han duplicado, también llamamos a la conciencia a los hermanos del transporte que no eleven tanto los precios”, refirió.
Las filas por combustible son recurrentes en todo el país. Foto: archivo Los Tiempos
Aun cuando los transportistas -dijo- deben hacer filas de tres o cuatro días en otras regiones para poder abastecerse del combustible que les permita continuar con el servicio de transporte en esa región y que, en el caso de los productores de alimentos, así como los piscicultores, adquieren el diésel y la gasolina en cinco veces más del precio habitual; en ese sentido, solicitó al gobierno nacional a dejar de lado las decisiones políticas y observar que la producción de esa región tropical genera divisas para el mismo erario nacional.
Similar criterio el vertido por David Veizaga, máximo dirigente de la Federación Yungas del Chapare, quien recordó que la escasez de combustibles en ese lugar ya suma cinco semanas y fustigó al gobierno de Luis Arce Catacora y las autoridades de Hidrocarburos por estar más enfocados en la liberación de las importaciones de diésel y gasolina, que es un inicio del levantamiento de la subvención de combustibles, que en proveer de estos a los diferentes sectores productivos del territorio nacional.
“El privado va a comprar en 10 u 11 bolivianos el combustible en el exterior y cuando haga llegar a Bolivia el litro va a estar en 15, 18 o 20 bolivianos, por eso aseguramos que es un gasolinazo producto de la crisis económica que ha generado el gobierno de Luis Arce; lo mismo pasa con el litio que será 70 por ciento para el privado y tan solo 30 por ciento para el país; entonces esa es la privatización; por eso, nosotros nos estamos organizando para defender los recursos naturales”, dijo Veizaga.
Otro de los dirigentes, Maicol Rojas, secretario general de la Federación de Comunidades Interculturales de Chimoré, recordó que las autoridades del sector y el propio presidente se comprometieron a que en 10 días se regularizaría el tema de los combustibles, plazo que se cumple este fin de semana; sin embargo, aseguró que en el trópico el problema se lo arrastra desde hace un mes sin solución en ciernes, hecho que perjudica a todos los habitantes de ese territorio.