La detención de Leon Wang y el escrutinio a otros ejecutivos de la farmacéutica británica generan inquietud sobre el futuro de la empresa en el mercado chino
Leon Wang, presidente de AstraZeneca para Asia
Fuente: infobae.com
Las fuerzas del régimen de China arrestaron al presidente de la filial de AstraZeneca en ese país, Leon Wang, en el marco de una investigación que también implica a otros empleados de la farmacéutica británica.
AstraZeneca informó que cooperará con las autoridades y que sus operaciones en el país asiático “continuarán sin interrupciones” bajo la supervisión de su actual gerente general.
La multinacional ha sido una de las principales farmacéuticas extranjeras en China, invirtiendo millones en el país y estableciendo su presencia en un mercado clave. La empresa, en un intento por mantener la estabilidad en sus operaciones, recientemente designó a Maqdosi Ewa como representante legal en lugar de Wang, quien también ocupaba el puesto de vicepresidente ejecutivo global.
La empresa declaró que se compromete a “seguir proporcionando medicamentos a sus pacientes en China”, y subrayó su disposición a colaborar con las autoridades. No obstante, la noticia afectó las acciones de la empresa, que cayeron un 8 % tras conocerse la detención.
Además de la detención de Wang, otros ejecutivos de AstraZeneca en China han sido objeto de investigaciones relacionadas con presuntas actividades fraudulentas.
Según fuentes del portal Yicai, las autoridades estarían investigando un caso de fraude de seguros que involucra prácticas ilícitas en la venta de medicamentos y la falsificación de reportes genéticos para acceder a fondos del seguro de salud.
AstraZeneca informó que cooperará con las autoridades y que sus operaciones en el país asiático “continuarán sin interrupciones” bajo la supervisión de su actual gerente general (REUTERS/Dado Ruvic)
Aunque AstraZeneca ha afirmado que la detención de Wang no está directamente relacionada con estas acusaciones de fraude, el clima de incertidumbre se ha extendido en la compañía y ha encendido las alarmas sobre la seguridad de operar bajo la estricta supervisión de Beijing.
Por otro lado, Bloomberg informó que algunos empleados de AstraZeneca también están siendo investigados en relación con la recolección de datos de pacientes, una práctica que podría haber violado las leyes de privacidad chinas.
Las investigaciones, dirigidas desde la ciudad de Shenzhen, estarían examinando si AstraZeneca recolectó datos de forma ilegal o si importó un medicamento contra el cáncer de hígado sin la debida aprobación en el territorio chino.
La creciente tensión entre el régimen de Xi Jinping y las multinacionales se hace cada vez más evidente. Grupos industriales y analistas han advertido que China se ha vuelto un entorno “cada vez más difícil” para empresas extranjeras, que enfrentan obstáculos legales y falta de transparencia.
Para AstraZeneca, la situación actual representa un gran desafío, ya que China es uno de sus principales mercados. La farmacéutica, que emplea a más de 90.000 personas en el mundo, ha realizado importantes inversiones en el país, sobre todo a raíz de la pandemia de COVID-19, donde su vacuna se distribuyó ampliamente.
Sin embargo, el clima de presión e incertidumbre que crea el régimen chino podría tener repercusiones negativas a largo plazo para la compañía, tanto en su estabilidad financiera como en su posicionamiento global.