Militares y sus familias permanecían cercados en la Sexta División del Ejército de Villa Tunari por cientos de leales del expresidente que amenazan con lincharlos si el Gobierno desbloquea las carreteras.
eju.tv
Juan Carlos Véliz / La Paz
El expresidente Evo Morales permanece atrincherado en el Chapare, en el trópico de Cochabamba, su bastión político en el que emergió su liderazgo, pero a diferencia de otros escenarios ahora montó una rebelión en contra del Gobierno.
“Denunciamos ante el pueblo boliviano y la comunidad internacional que el gobierno de Luis Arce está preparando una ofensiva militar y policial en contra de la protesta social”, publicó anoche en su cuenta de X.
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El Gobierno conminó al exmandatario a que suspenda los bloqueos de carreteras que mantiene hace 19 días fundamentalmente en el departamento de Cochabamba y que genera millonarias pérdidas económicas para los sectores productivos del país.
El presidente Luis Arce, en un mensaje al país el miércoles, también advirtió que en caso de no levantar sus bloqueos usará sus facultades constitucionales para desbloquear las vías con el uso de las fuerzas represivas del Estado.
Desde el miércoles existen reportes de desplazamiento de tropas policiales y militares hacia el departamento de Cochabamba.
“Nos informan que 40 francotiradores están siendo trasladados desde Challapata hasta Cochabamba, se instruyó la presencia de grupo militar de élite F-10, además de por lo menos 300 efectivos militares, todos concentrados en el Regimiento de Vinto. A ellos se suman más de 5000 policías”, denunció anoche Morales, quien descartó el levantamiento del bloqueo de carreteras.
No obstante sus dirigentes leales comunicaron mediante pronunciamientos públicos que como región están en una rebelión contra el Estado. En el trópico de Cochabamba no existe presencia de policías, el banco Unión fue cerrado y también dependencias gubernamentales debido a la amenaza de agresiones de parte de los seguidores de Evo Morales.
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Los únicos agentes del Estado boliviano que quedaban hasta esta madrugada eran militares y sus familias de la Sexta División del Ejército en el municipio de Villa Tunari y una docena de policías antidroga de Umopar, en calidad de secuestrados.
Sin embargo, según un comunicado del Ejército, los militares y sus familias fueron rescatados.
Los uniformados permanecían en sus instalaciones cercados por cientos de leales a Morales que amenazan con ingresar a esas dependencias y lincharlos si el Gobierno inicia el desbloqueo de carreteras.
Los familiares de los secuestrados clamaron para que el Gobierno pueda realizar una extracción aérea o un operativo para rescatar a las víctimas antes de dictar un estado de excepción o iniciar el desbloqueo.
La región de Chapare, con Evo Morales como dirigente, tiene antecedentes de linchamiento de policías y militares.