La mansión de los secretos: Steve Bannon y su obsesión por el oscuro poder de Jeffrey Epstein


El multimillonario pudo haber exagerado sus conexiones con el mundo del espionaje internacional, pero los cuentos fueron suficientes para arrastrar a uno de los principales asesores de Donald Trump.

Steve Bannon (REUTERS/Andrew Kelly)

Fuente: Infobae

Jeffrey Epstein solía jactarse de su influencia en las altas esferas políticas como quien presume una pieza de arte robada, con un aire de secreto compartido. “Trump estuvo aquí esta mañana. Hillary vino a almorzar”, les decía a los pocos que se atrevían a escuchar detrás de esas puertas de roble que guardaban los pecados del mundo. Pero, como casi todo en la vida de Epstein, las palabras se deslizaban entre la verdad y la invención. Era 2016, y las elecciones presidenciales se acercaban. Las paredes de su mansión en el Upper East Side de Manhattan parecían saber más de lo que revelaban.



Uno de los detalles que más escandaliza a los ex asociados de Epstein es la figura de Steve Bannon, antiguo estratega de Donald Trump y arquitecto de la revolución mediática conservadora a través de Breitbart News. Bannon entró y salió de la casa de Epstein, incluso después de que el millonario fuera un convicto sexual registrado. Un antiguo conocido de Epstein, que habló con Seth Hettena, de la revista Rolling Stone en anonimato por miedo a las represalias, recordó haber sido presentado al entonces consejero político. “Era el único al que Epstein mencionaba con orgullo”, dice. “Le gustaba alardear de tener a Bannon como un amigo de peso. Lo mostraba como un tesoro”.