Lula da Silva se reunió con Antonio Guterres en la previa de la Cumbre del G20 en Brasil, con una agenda centrada en el rol de la sociedad y un futuro sostenible

El mandatario brasileño recibió al Secretario General de la ONU en la antesala del evento que reunirá, durante dos días, en Río de Janeiro, a líderes de las mayores economías del mundo.

Lula da Silva se reunió con Antonio Guterres en la previa de la Cumbre del G20, con una agenda centrada en el rol de la sociedad y un futuro sostenible (EFE)

Fuente: Infobae

Lula da Silva se reunió este sábado con António Guterres en Río de Janeiro, en la previa de la Cumbre del G20 que, a comienzos de esta semana, reunirá a los jefes de Estado de las mayores economías del mundo. Así, el mandatario brasileño y el Secretario General de la ONU dieron inicio a los encuentros bilaterales que tendrán lugar durante los próximos días, entre líderes de las dos decenas de países participantes.



Según informó Brasilia en un comunicado, el eje de esta primera reunión estuvo en el G20 Social, una iniciativa impulsada por Lula, que concluyó este sábado, y que buscó dar a actores sociales no gubernamentales un rol más activo en lo que refiere a las actividades y los procesos de toma de decisiones del grupo.

“Por primera vez en la historia del G20, la sociedad civil de diversas partes del mundo, en sus más diversas formas de organización, se reunió para formular y presentar sus demandas ante la Cumbre de Líderes”, dijo Lula durante la clausura del evento.

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El foro abordó cuestiones como la lucha contra la crisis climática, el impulso de la bioeconomía para el apoyo de pueblos indígenas sin daños al medio ambiente, el fomento de la autonomía económica de las mujeres, el combate del hambre, la pobreza y la desigualdad, el desarrollo sostenible y una reforma de la gobernanza mundial, entre otras.

Lula puso el foco en el G20 Social, que se realizó por primera vez y dio un rol más activo a miembros de la sociedad civil (REUTERS)

En su declaración final, los participantes asintieron en la necesidad de avanzar hacia un futuro “inclusivo, sostenible y resiliente”, por medio de acciones “concretas” e “inmediatas”. “Los acuerdos no pueden quedarse en papel, el mundo necesita una acción decidida ahora”, insiste el documento.

En base a estas discusiones es que Lula consideró fundamental continuar con la iniciativa, tal como se lo manifestó a Guterres, por lo que le extendió su deseo de conversar con Sudáfrica -quien asumirá en diciembre la presidencia del G20- para que “adopte la práctica de realizar el G20 Social, escuchando las demandas de los movimientos sociales y de la sociedad civil”.

Los líderes también debatieron los avances de la cumbre climática, la COP29, que se lleva a cabo en Bakú, e iniciativas que se negociarán este lunes y martes.

El G20 de Río reunirá a figuras como el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden; el mandatario canadiense, Justin Trudeau; el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; su homólogo chino, Xi Jinping; el mandatario sudafricano, Cyril Ramaphosa; y el vecino argentino, Javier Milei, entre otros. Quien no estará presente, sin embargo, será el presidente ruso, Vladimir Putin, sobre quien pesa una orden de captura de la Corte Penal Internacional, que pondría en riesgo su libertad, en caso de presentarse en el país sudamericano.

Este evento será uno de los últimos de Biden antes de dejar la Casa Blanca (REUTERS)

Más allá de la agenda propia del evento, la cita tendrá a Biden como uno de los principales protagonistas por tratarse de su última participación antes de entregar el cargo a su sucesor, Donald Trump. De hecho, la Casa Blanca ya indicó en un comunicado que su objetivo será impulsar a los países a trabajar en conjunto en temas como la pobreza, el cambio climático y el sobreendeudamiento de las naciones en vías de desarrollo, así como apoyar “los derechos de los trabajadores”.

En tanto, para la diplomacia de Brasilia, será una oportunidad clave para poner al país nuevamente en un lugar central de la comunidad internacional, que se vio un tanto desplazado durante la presidencia de Jair Bolsonaro.