¿Por qué no se acaban las largas filas para cargar carburantes en Bolivia? El problema va más allá de los bloqueos


El Gobierno atribuye la escasez de combustibles fundamentalmente a los cortes de ruta de seguidores de Evo Morales principalmente en el departamento de Cochabamba.

En Bolivia cada vez más es frecuente la escasez de combustibles. / Foto: Archivo

 

eju.tv
Juan Carlos Véliz / La Paz



Largas e interminables filas de vehículos livianos y pesados en los surtidores para cargar gasolina o diésel. Esa es la imagen de una nueva realidad que se acentúa en Bolivia como consecuencia de la conversión del país de productor de hidrocarburos a importador neto de energía. Sectores de transporte y un experto en el área energética coinciden en que esta problemática va más allá de los bloqueos de carreteras y tiene que ver con la falta de dólares.

“Desde febrero de 2023 nosotros hemos sentido los primeros golpes que ha tenido el país con la situación del déficit de los dólares inicialmente, luego la situación esporádica y luego persistente de escasez del combustible y en este momento es totalmente desastrosa. Por alguna extraña razón, (la empresa estatal YPFB) no han aprovisionado en Paraguay o Argentina. Todo este tiempo, incluso antes del bloqueo, ya había camiones cisternas que no podían retornar al país con el combustible”, graficó Marcelo Cruz, presidente de la Asociación del Transporte Internacional.

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Este sector se declaró en emergencia y está a punto de declararse en quiebra porque los combustibles, especialmente diésel, que ingresan al país no abastecen al sector y la razón principal que identificó es la falta de divisas para que el Gobierno, a través de YPFB, compre los carburantes en el exterior.

“Desde hace dos meses están desaparecidas las autoridades de la ANH, YPFB y en estas últimas semanas peor todavía. No hay explicación alguna principalmente para poder entender por qué siendo una provisión natural que tiene Santa Cruz con el Paraguay y con Argentina porque tienen cercanía con la frontera y principalmente los intermediarios. De acuerdo a la información, (los intermediarios) tienen combustible necesario para aprovisionar a 450 cisternas que están fuera del país y no han retornado por falta de cumplimiento de pago, según la misma dirigencia del transporte de cisternas que ha denunciado la semana anterior ya que (la empresa) Trafigura que es uno de los intermediarios a los cuales el Gobierno le compra combustible (…) ha suspendido la provisión y el despacho de camiones”, detalló el dirigente.

El gerente general de YPFB Logística, Félix Cruz, descartó que exista un déficit en los pagos a los proveedores de la energía porque de lo contrario no llegaría al país gasolina ni diésel y atribuyó esta nueva escasez a los bloqueos de camiones de los seguidores del expresidente Evo Morales, según dijo anoche en una entrevista con la red Uno.

No obstante, admitió anoche que hubo una reducción de hasta 40% en la entrega de combustibles a los surtidores debido a los cortes de ruta que aún impedirían el tránsito de las cisternas desde La Paz hasta Santa Cruz porque la importación de ultramar sería más económica para el país.

El dirigente del Sindicato Sucaci o de los transportistas de cisternas, René Calderón, reveló que hay al menos 1000 cisternas bolivianas en diferentes puertos o terminales de descarga de combustibles en Chile, Perú y Argentina que están esperando hace 14 o más días el carguío de los carburantes, pero no pueden efectuar por la falta de pago del importador, es decir YPFB.

Las largas filas de vehiculos para cargar combustible son vistas de manera frecuente en las ciudades de Bolivia. / Foto: Archivo

 

“No nos despachan mientras el Gobierno o YPFB no cancelen, esa es la información exacta. En Chile ya son 14 días que no han cargado, en Arica (Chile) han cargado solamente crudo y aquí en puerto de Mollendo (Perú) en esta semana han cargado el día lunes y martes, han dividido de los 40 que cargaban han dividido en dos: 20 de gasolina y 19 de diésel”, refirió en una entrevista con la red Uno.

“Aquí en Mollendo superan los 250 cisternas en espera, en Arica y Mejillones en cada puerto están 200 y 200, en lo que es Mejillones están alrededor de 100 cisternas, y a nivel nacional estamos pasando 1000 cisternas en espera”, reveló.

El lunes también se conoció que más de 100 camiones cisternas, que salieron de Bolivia, se encuentran varados en Argentina, a la espera de cargar combustible en la refinería Vitco – Zarate.

Videos difundidos en redes sociales muestran una larga fila de motorizados en la ruta 9 Rosario – Buenos Aires que estarían esperando desde el viernes la carga para retornar al país, pero no pueden emprender el regreso debido a la falta de pago.

Bolivia pasó de ser un país productor de hidrocarburos a ser importador de combustibles y la única empresa que tiene el monopolio es la estatal YPFB. Además, los carburantes son subvencionados por el Estado.

En Latinoamérica, los precios de la gasolina varían según el país: Argentina: $us 0,94 por litro, Colombia: $us 0,78 por litro, Ecuador: $us 0,63 por litro y Bolivia: $us 0,54 por litro. Venezuela y Bolivia tienen los precios más bajos de gasolina en la región, gracias a las subvenciones.

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Para el exministro de Hidrocarburos y experto en el área energética, Álvaro Ríos, “lo que tiene el país es una escasez de divisas para importar gasolina y diésel por ahora” y lanza una alerta: “El próximo año vamos a importar GLP y lo estoy pronosticando, el 2027 y 2028 no habrá para importar gas natural por lo tanto tenemos un problema estructural que tenemos que comenzar a afrontar”.

Según dijo, hace 18 meses se conocía el escenario energético catastrófico que ahora enfrenta el país porque YPFB como el Banco Central de Bolivia no iban a contar con la suficientes divisas

“Se le ha echado la culpa al contrabando, al agio, a la especulación, que los barcos están en Arica, en realidad el país se ha tornado un neto importador de energía y cada vez tenemos que tener más dólares, más divisas para importar combustibles” diagnosticó.

El experto planteó dos salidas a esta situación, la libre importación y comercialización de los carburantes y una reforma de la Ley de Hidrocarburos para que se incentiven las exploraciones petroleras con el apoyo de empresas extranjeras.


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