Que significa una nueva victoria de Donald Trump para la economía


El magnate regresa a la Casa Blanca para un segundo mandato y enfrenta el desafío con medidas que buscan estimular el crecimiento a riesgo de aumentar la inflación y los tipos de interés en un contexto de alta demanda

 

Seguidores republicanos celebran la victoria de Donald Trump en West Palm Beach, Florida. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

Seguidores republicanos celebran la victoria de Donald Trump en West Palm Beach, Florida. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH



 

Fuente: infobae.com

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Con la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales 2024 se abrieron los interrogantes sobre el rumbo económico del país. La administración Trump, conocida por sus políticas de impuestos bajos y proteccionismo, podría representar un cambio drástico respecto a la dirección actual de la economía estadounidense bajo el liderazgo de Joe Biden.

Para lograr cumplir con las expectativas de sus seguidores, Trump vuelve a apoyarse en dos estrategias clave: recortes de impuestos y nuevos aranceles. Sin embargo, las características de estas herramientas ahora serán más agresivas, comentó el The Wall Street Journal.

Las tarifas que Trump busca imponer serán más amplias y con tasas más elevadas que en su primer mandato, y los recortes impositivos estarán mucho más focalizados en ciertos sectores. Los analistas advierten que, aunque estas políticas podrían estimular el crecimiento económico, también podrían hacer subir los precios y los tipos de interés en el país.

Los economistas ya observan signos de estas tensiones en los mercados financieros. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo, que reflejan las expectativas sobre la economía y las políticas fiscales, han mostrado un aumento en los últimos meses, anticipando la victoria de Trump. Este fenómeno sugiere que los inversores esperan una posible subida de los tipos de interés, lo que encarecería el acceso al crédito tanto para las empresas como para los consumidores.

Donald Trump con un chaleco de trabajador. REUTERS/Brendan McDermid/File Photo

Donald Trump con un chaleco de trabajador. REUTERS/Brendan McDermid/File Photo

Tarifas más amplias y fuertes

Durante su primer mandato, Trump impuso aranceles modestos que no causaron una gran presión inflacionaria en el país. Sin embargo, ahora planea tarifas mucho más elevadas: un 60% para las importaciones de China y entre un 10% y un 20% para productos de otros países, explicó el medio norteamericano.

Esta táctica se da en un momento de alta demanda interna, cadenas de suministro frágiles y un mercado laboral fuerte, lo que sugiere que la inflación podría verse afectada mucho más que en 2016.

Algunos economistas de instituciones financieras, como Goldman Sachs, estiman que los nuevos aranceles de Trump podrían provocar un aumento de hasta un 0,9% en los precios al consumidor en EE.UU. Aunque esto se considera un efecto puntual, podría provocar un ajuste generalizado en la economía. Sin embargo, algunos asesores cercanos a Trump sostienen que el aumento de aranceles es solo una táctica de negociación para lograr concesiones de otros países, lo cual podría evitar un impacto inflacionario tan pronunciado.

Nuevos recortes de impuestos

Otra de las grandes promesas de Trump es la ampliación de los recortes de impuestos que impulsó en 2017 y que están por expirar en 2025. Extender estas medidas tendría un costo de unos 5 billones de dólares en la próxima década, según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable. A su vez, Trump ha propuesto exenciones adicionales para ciertos ingresos y beneficios, lo que sumaría otros 4 billones de dólares al déficit en 10 años.

Matt Dillion y Chad Damron sueldan un conjunto de cubierta superior en la planta de fabricación de remolques de carga de Look Trailers en Middlebury, Indiana, Estados Unidos, el 1 de abril de 2021. REUTERS/Eileen T. Meslar/Archivo

Matt Dillion y Chad Damron sueldan un conjunto de cubierta superior en la planta de fabricación de remolques de carga de Look Trailers en Middlebury, Indiana, Estados Unidos, el 1 de abril de 2021. REUTERS/Eileen T. Meslar/Archivo

Sin embargo, algunos expertos señalan que estos recortes podrían no generar el mismo beneficio económico que se esperaba en 2017. La complejidad de las nuevas exenciones propuestas podría dificultar su implementación y reducir su impacto positivo sobre la inversión y el crecimiento a largo plazo.

El rol del Congreso

El WSJ dijo además que Trump tiene poder para imponer algunos cambios de manera autónoma, pero el Congreso también será un actor clave, sobre todo en temas fiscales y de déficit. Analistas como John Barry, de JP Morgan, advierten que el déficit acumulado por estas políticas requerirá que el Tesoro aumente las subastas de deuda en el futuro, lo cual generará una mayor presión sobre los rendimientos de los bonos y las tasas de interés.

A pesar de la lealtad que Trump ha generado entre los legisladores republicanos, incluso un Congreso dominado por este partido podría no estar dispuesto a aprobar todos sus planes fiscales. Algunos críticos argumentan que sus propuestas, como la exención de impuestos para ciertos beneficios, son difíciles de justificar desde el punto de vista financiero.