Tenía 59 años y murió en el lugar tras la detonación dentro de su propio vehículo. Había dejado mensajes en redes sociales que anticipaban sus intenciones con amenazas a figuras de la política: “Viejos asquerosos”
Francisco Wanderley Luiz
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Unas explosiones sacudieron este miércoles la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia, generando alarma y causando la muerte de Francisco Wanderley Luiz, de 59 años, identificado por la Policía Civil del Distrito Federal (PCDF) como el responsable del incidente.
Luiz, un ex candidato a concejal por el Partido Liberal (PL), agrupación liderada por Jair Bolsonaro, en Rio do Sul, Santa Catarina, falleció en el lugar tras la detonación de su propio vehículo en el estacionamiento del Anexo IV de la Cámara de Diputados.
El hombre tenía antecedentes de comportamientos controvertidos. Por ejemplo, fue acusado de propagar el COVID-19 durante la pandemia por organizar fiestas masivas en el establecimiento Tenda Park, en la mencionada Rio do Sul.
De acuerdo con el medio brasileño Metrópoles, la denuncia surgió a raíz de una fiesta celebrada el 20 de junio de 2021, cuando Luiz fue señalado por organizar eventos sin medidas sanitarias, a pesar de la saturación hospitalaria en la región de Alto Vale.
La fiscal Caroline Sartori calificó su conducta como “descuidada y negligente”, señalando que su comportamiento buscaba beneficios económicos a expensas de la salud pública.
La Policía de Brasil confirmó que las explosiones cerca de la Corte Suprema fueron causadas por un ataque suicida
El incidente y la identidad del autor
La explosión principal ocurrió alrededor de las 19:30 horas en el área de estacionamiento, destruyendo el automóvil de Luiz. Minutos después, otras dos explosiones sacudieron el área cerca del edificio del Tribunal Supremo Federal (STF).
Según el informe preliminar de la Policía Civil, Luiz había lanzado artefactos explosivos en dirección al STF, sin que llegaran a impactar en el edificio. El cuerpo de Luiz, que quedó desfigurado por la fuerza de la explosión, fue hallado a metros del vehículo.
Las primeras investigaciones revelaron que Luiz se había trasladado recientemente a Ceilândia, Distrito Federal, donde había alquilado una vivienda “hace unos días”, según reportes policiales.
En redes sociales, donde utilizaba el pseudónimo “Tiu França”, compartía mensajes políticos cargados de amenazas e incluso anticipaba su intención de realizar un ataque. El contenido en redes indicaba una narrativa de radicalización contra instituciones políticas y figuras públicas de Brasil.
Uno de los mensajes de Francisco Wanderley Luiz antes del ataque a la Corte de Brasil
Una trayectoria de amenazas y mensajes alarmantes en redes sociales
Francisco Luiz, quien en las elecciones de 2020 obtuvo solo 98 votos para el cargo de concejal, mantenía un perfil público con publicaciones marcadas por un discurso de odio hacia ciertas figuras y una retórica de confrontación.
En un mensaje reciente publicado en WhatsApp y en Facebook, Luiz sugirió una amenaza de bomba, diciendo a sus seguidores que podrían “celebrar la verdadera proclamación de la República” y advirtiendo que “el juego solo termina el 16/11/2024″.
En otro mensaje, amenazó directamente a personalidades políticas como José Sarney, Geraldo Alckmin, Fernando Henrique Cardoso, y al periodista William Bonner, describiéndolos como “viejos asquerosos”.
“Dejan entrar al zorro en el gallinero. O no saben el tamaño de la presa o es simplemente una estupidez”, expresó en uno de los mensajes
Además, con una fotografía tomada en el pleno del STF, Luiz expresó su desprecio hacia la institución, criticándola con la frase: “Dejan entrar al zorro en el gallinero. O no saben el tamaño de la presa o es simplemente una estupidez”.
Según la Policía, estas publicaciones forman parte de una serie de mensajes que anticipaban su intención de realizar ataques con explosivos.
En otro mensaje, amenazó directamente a personalidades políticas como José Sarney, Geraldo Alckmin, Fernando Henrique Cardoso, y al periodista William Bonner, describiéndolos como “viejos asquerosos”
El Supremo y las autoridades de seguridad respondieron al incidente
En respuesta a los estallidos, el Supremo emitió un comunicado en el que confirmó que, tras la sesión del miércoles, dos fuertes estruendos provocaron la evacuación inmediata de los ministros y del personal como medida de precaución.
La seguridad del Tribunal colaboró con las autoridades locales para investigar lo sucedido y garantizar la protección en el edificio.
El secretario de Seguridad del Distrito Federal, Sandro Avelar, declaró el cierre inmediato de la Explanada de los Ministerios como medida preventiva, añadiendo que una fuerza especial del batallón del Policía Militar había sido desplegada para asegurar el perímetro y examinar la zona.
“En este momento, estamos tratando de entender qué pasó y estamos enviando una fuerza muy grande del batallón especial del PMDF (Policía Militar del Distrito Federal) para cerrar parte de la Explanada”, afirmó Avelar a la prensa.
Otro de los mensajes de Francisco Wanderley Luiz
Un perfil violento y extremista
Medios locales detallaron que Luiz vestía un llamativo traje verde decorado con símbolos de naipes en el momento de las explosiones.
La apariencia excéntrica del fallecido fue uno de los primeros elementos en ser registrados por testigos en el lugar de los hechos.
La Policía Civil también documentó que el rostro y la mano derecha de Luiz quedaron completamente desfigurados por el impacto de los explosivos, y sus restos fueron hallados esparcidos a metros del epicentro de la explosión.
El vehículo que explotó el miércoles en las cercanías de la Corte Suprema en Brasilia está registrado a nombre de Francisco Wanderley Luiz
El incidente, que destaca por la combinación de violencia y una carga simbólica en las redes sociales, ha generado una investigación exhaustiva sobre la radicalización de Luiz y sus motivaciones políticas.
Hasta el momento, las autoridades no han vinculado el ataque a una organización, pero la insistencia de Luiz en sus mensajes de odio hacia lo que denominaba “comunistas de m…” y sus amenazas explícitas contra figuras del espectro político brasileño refuerzan una imagen de extremismo individual.