A dos semanas de la tragedia las familias no pueden retornar a sus viviendas en Bajo Llojeta


Los permisos irregulares de construcción, los asentamientos ilegales y las lluvias son parte de las causas del desastre

eju.tv / Video: Bolivia TV

Boris Bueno Camacho / La Paz



El pasado 22 de marzo una mazamorra irrumpió la tranquilidad de los habitantes de Bajo Llojeta cuando miles de cubos de lodo y material de arrastre invadieron sus viviendas sin previo aviso; el desastre cobró la vida de una niña de tan solo 5 años y anegó cuarenta inmuebles aproximadamente, que fueron prácticamente cubiertos por el agua y barro; dos semanas después, las labores de trabajo prosiguen y varias familias continúan sin poder retornar a ese lugar, aunque debe haber una valoración previa que certifique si esa posibilidad será factible.

Sin embargo, la situación se complica por las lluvias que caen en la sede de Gobierno desde hace varios días y que tienden a intensificarse, según los pronósticos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), además de los reportes del Viceministerio de Defensa Civil, instancia que advirtió que el problema en esa zona paceña no ha terminado y que existe un riesgo latente si las precipitaciones superan los 6.5 milímetros por metro cuadrado, problema que se agrava porque existen varias construcciones ilegales.

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El lodo aún no pudo ser extraído del todo. Foto: AMUN

El viceministro Juan Carlos Calvimontes se mostró contrariado por las acciones irregulares en las que incurrió la alcaldía de Achocalla, que entregó títulos de propiedad a los habitantes de la zona, pese a la situación ilegal de los asentamientos, incluso a través de funcionarios que incurrieron en el ejercicio indebido de la profesión. “Un arquitecto que no era arquitecto, otorgó títulos de asentamiento y propiedad, aunque fue destituido, sin que se anularan los documentos emitidos”, afirmó.

Bajo Llojeta es parte de las zonas que están en litigio por un tema de límites entre La Paz y Achocalla, es recurrente que las prohibiciones que emana el gobierno municipal de La Paz cuenten después con la aprobación de las autoridades del municipio vecino. La principal observación al asentamiento de nuevas urbanizaciones se debe a que el sector es de suelo arcilloso y arenoso, lo que inhibe la construcción por el peligro de deslizamientos. “Es bastante peligroso, estamos hablando de suelos que ya han sido deslizados”, sostiene la geóloga Solange Murillo.

Hay viviendas que aún siguen anegadas. Foto: AMUN

Un equipo de técnicos, cuadrillas de obreros y maquinaria pesada de la alcaldía paceña están en la zona para hacer frente a la emergencia que aún continúa. Dos semanas después del hecho, los trabajos continúan. Una analista de la Unidad de Manejo de Cuencas, Jimena Jaldín, anunció que se trabaja en redireccionar el cauce del agua. “Estamos realizando un trabajo fundamental. Dos excavadoras están operando para redirigir el flujo del agua y retirar el lodo acumulado”, indicó.

La magnitud del desastre es preocupante. Las casas, muchas de ellas construidas en terrenos vulnerables e incluso en el lecho del río, se encuentran sumergidas en lodo hasta la primera ventana. “El nivel del lodo ha subido dramáticamente tras las lluvias recientes, por lo que hemos decidido incorporar más equipo para acelerar la limpieza”, advirtió la profesional además de anunciar que en esta semana se sumará una topadora al esfuerzo de limpieza en el sector.

Hay construcciones que no respetan el lecho del río. Foto: AMUN

Los funcionarios ediles sostienen, además, que los asentamientos, los movimientos de tierras irregulares y las precipitaciones fueron el origen de la tragedia. A ello se suma que el 90 por ciento de las casas del lugar no tienen permiso de construcción, por tanto, no respetan los 25 metros de distancia mínimos para urbanizar en los lechos de los ríos. “Este lugar son principalmente aires de río, son espacios de conservación de patrimonio natural, Son áreas forestales, áreas verdes, es decir, no deberían existir asentamientos en esos lugares”, señala Diego Chávez, secretario municipal de Planificación de La Paz.

Otro de los problemas que aquejan a los ediles es la parte legal. La Fiscalía citó al alcalde Iván Arias a las 13:00 de este lunes en el marco de la investigación que activó por la mazamorra que afectó a Bajo Llojeta. Sin embargo, a diferencia de su primera declaración que brindó como testigo, en esta ocasión, se presentará como investigado. Su homólogo de Achocalla, Manuel Condori, guarda detención preventiva en el centro penitenciario de Patacamaya por tres meses por ese desastre.


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