Sin embargo, el presidente asegura que pese a los ataques, el país tendrá crecimiento y no caerá en la recesión.
eju.tv / Video: BTV
Boris Bueno Camacho / La Paz
El presidente Luis Arce lamentó este lunes que la maquinaria económica del país solamente funcione en la actualidad con uno de los dos motores, porque el otro, que depende de la inversión pública, está paralizado debido al bloqueo de los créditos en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), cuyos proyectos de ley no son tratados desde febrero de 2023; sin embargo, pese a ello, ‘para pesar de los ataques de la derecha y de la nueva derecha’, Bolivia no ingresará en una etapa de recesión.
“Este bloqueo económico en la ALP tiene un elemento detonador, para que la población vea que no hay divisas, Los créditos están parados en la ALP. Pese a todo esto, somos la economía que tiene la menor tasa de desocupación, seguimos creciendo, con todo, para algunos ya estamos en desastre, pero los indicadores son muy claros”, afirmó.
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Además, aseguró que el gobierno tiene un compromiso muy claro contra los afanes desestabilizadores del cual fue objeto sobre todo este año. “Sabíamos que no iba a ser fácil, por todo lo que se está reconfigurando, reconocemos que tenemos dificultades, pero hemos tomado acciones, tenemos estabilidad moderada en el país, esto es fundamental, la ocupación y estabilidad, no estamos como ellos hubiesen querido dejarnos”, apuntó.
En ese sentido, aseguró que son los mismos actores que bloquean los créditos, quienes después convocan a reclamar porque no hay dólares en el mercado interno; pero, pese a ello, la economía crece, porque funcionan las recaudaciones impositivas y aduaneras, ese motor, que es el interno -dijo- no se ha podido desbaratar; sin embargo, el motor del financiamiento externo es el más afectado debido a las decisiones políticas de los partidos con representación parlamentaria.
El presidente Luis Arce habla sobre la coyuntura económica, política y social. Foto: captura pantalla
Además, aseguró que el gobierno tiene un compromiso muy claro contra los afanes desestabilizadores del cual fue objeto sobre todo este año. “Sabíamos que no iba a ser fácil, por todo lo que se está reconfigurando, reconocemos que tenemos dificultades, pero hemos tomado acciones, tenemos estabilidad moderada en el país, esto es fundamental, la ocupación y estabilidad, no estamos como ellos hubiesen querido dejarnos”, apuntó.
“En este momento, el crecimiento se basa solo en el financiamiento interno con los resabios de créditos anteriores que están encaminados, pero que ya prácticamente están concluidos; esto significa que cae la inversión pública, el otro motor de nuestro aparato económico; (…) además de esto, los cuarenta días de bloqueos afectaron la provisión de combustibles y ello ha tenido impacto en la minería, en la industria, transporte, agricultura; nos ha costado normalizar esto”, aseveró.
En consecuencia, afirmó que con los ataques no se afecta solamente a su gobierno, sino, el más perjudicado es el pueblo boliviano, porque sufre el embate de estos sectores que por un criterio político buscan defenestrar a la actual gestión sin importar si ello repercute sobre todo en las clases más empobrecidas; pero, se tomaron algunas medidas para evitar que ese impacto repercuta aún más en la economía de las familias bolivianas y se pueda tener índices positivos de crecimiento.
“Primero, hemos mantenido la subvención de varios productos, hemos bajado aranceles de ciertos productos importados para favorecer la canasta familiar; pese a todo hemos tenido crecimiento económico, no tenemos recesión, para su mala suerte de estos caballeros; si bien tenemos una inflación moderada y hay un impacto en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), pero no tenemos la inflación del 2007 o 2008”, resaltó.
El presidente Luis Arce Catacora conversa con los periodistas. Foto: captura pantalla
Destacó que para atenuar los efectos en la economía familiar, se hizo muchas gestiones para garantizar el abastecimiento de los productos de la canasta familiar, con la intención de ‘neutralizar de algún modo’ el incremento de los precios en las familias; pero también se trabajó en el frente de los productores con quienes se abrieron espacios de diálogo con la finalidad de que mejoren sus condiciones, tal el caso de la liberación de algunas semillas genéticamente mejoradas para que el agro pueda mejorar su producción.
Asimismo, reiteró que el contrabando a la inversa aumentó la presión sobre la estabilidad de los precios la cual se suma a la inflación mundial que tiene efecto directo en productos importados; además, pidió no dejar de observar la deuda latente que tiene Estados Unidos y que puede afectar a todo el contexto internacional, incluida Bolivia, porque ‘puede explotar en cualquier momento’.
“Hay una bomba que es la deuda de Estados Unidos, hay una preocupación por la deuda, hay signos de debilidad en la deuda americana, porque cualquier rato puede explotar. Más bien, han bajado lentamente las tasas de intereses, lo que es favorable; pero, si se alzan nuevamente, es muy desfavorable para nosotros, porque honramos la deuda en base a esas tasas”, destacó, además de recordar que las acciones que se llevan a cabo no tendrán efectos inmediatos, sino será en el mediano y largo plazo.
“Tenemos que ser responsables con el pueblo, las cosas bien no son inmediatas, cuando asumimos hemos encontrado un gobierno sin plata, hemos hecho reactivar y el 2022 viene el ataque político, los bloqueos, pero así y todo estamos trabajando en el avance de la industrialización, estamos desarrollando mercados, el ingresar al (bloque) BRICS es entrar a los grandes mercados, solo India y China tiene 2.300 millones de personas, así como Brasil, Rusia y Sudáfrica; si Bolivia accede a la tecnología de los BRICS, podemos tener la capacidad de entrar a grandes mercados”, resaltó.