Demetrio Pérez, productor y expresidente de Anapo, afirmó que primero se debería controlar el contrabando de este producto y habilitar las exportaciones.
Milen Saavedra
Fuente: Red Uno
Tras la reunión entre autoridades de gobierno, productores y representantes de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia, se definió establecer la regulación de precios. Sin embargo, para Demetrio Pérez, productor y expresidente de Anapo, la medida no les beneficia.
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«La regulación de precios no es bueno para nosotros, los productores, porque somos los más afectados. El problema es que estamos con precios bajos, pero el gobierno no hace nada para controlar el contrabando. El producto sale (de contrabando) a nuestros países vecinos, que están con mejores precios, y el contrabandista o el mayorista busca dónde hacer negocio, compra en cantidad, oculta, acapara y, al final, especula con toda esta situación. Salieron datos de que solo uno ha comprado 54 toneladas en el mes anterior. Normalmente llevan a La Paz y Oruro, ocultan y después, hasta de día, está saliendo (de contrabando)», apuntó Pérez, en El Mañanero.
El representante comentó que la tarifa fijada «no les conviene».
«El gobierno nos está imponiendo un precio, cuando los insumos están caros en este momento por el dólar que no existe cuando más necesitamos, se cierra la frontera para exportaciones, nos venden solo 120 litros de diésel y no hay dónde reclamar.. Al final quedamos perjudicados», agregó.
En ese sentido, afirmó que, primero, debería haber combustible a disposición de todos los sectores en zonas productivas, lo que no ocurre actualmente.
«Debería haber una libre exportación, que no existe. El gobierno dice que se liberó todo, no es así, está regulado y controlado como en este caso. Nos cerraron la frontera por el tema del aceite, cuando no es (responsabilidad de) el sector o la industria, es de los comerciantes o los mayoristas, también en el arroz, el gas, los huevos. Es toda la parte alimentaria, que en nuestro país está barato, con costos controlados y regulados, cuando en países vecinos tenemos otros precio», afirmó.
Así, apuntó a la gran afectación a la economía de los productores que provoca el contrabando y la falta de control.
«El que gana no es el productor, es el comerciante que no arriesga, que, probablemente, no paga ni impuestos y paga coimas a los aduaneros o a quienes controlan, posiblemente porque no hay control. El que gana más plata en todo esto es el comerciante», reiteró.
Pérez también comentó que «la población rechazó» la suspensión de exportación de aceite. Indicó que el problema de fondo son las decisiones del Gobierno.
«El gobierno toma decisiones nefastas para el país y todo el pueblo boliviano estamos afectados por la actitud de los comerciantes y los mayoristas. Cada día que no se exporta se pierde miles de dólares, cuando más lo necesitamos. El Gobierno debería haber levantado (la suspensión de exportaciones) sin ninguna reunión previa, lo que pasa es que trata de dilatar con las reuniones y, mañana, ser los salvadores, probablemente estén planificando hacer negocios. Han dicho que van a importar arroz, pero hasta ahora no llegan. Mañana dirán que van a importar aceite», comentó.
Pérez afirmó que «siempre ha estado garantizado» el abastecimiento interno del producto, ya que el 20% de la producción cubre la demanda nacional, ya que se consume 88 toneladas al año.
«No solo el aceite, hablamos de harina y todos los subproductos que necesitan los avicultores y piscicultores, está garantizado. El 80% debería exportarse. Pese a que tuvimos una disminución en la cosecha en dos campañas, muy feas, tuvimos una caída. Es una reducción de unas 800.000 o 900.000 toneladas. Eso afecta más a la exportación, no para el consumo interno», afirmó.
Este sábado 14 de diciembre sostendrán una segunda reunión con las autoridades nacionales para tratar el tema de levantar el veto a la suspensión temporal de las exportaciones de aceite.