El monto total mensual destinado al pago de la renta ronda los Bs 400 millones, con cada beneficiario (rentista y no rentista) que recibe entre Bs 300 y 350 al mes.
Una adulta mayor muestra el dinero cobrado de su Renta Dignidad.
IMAGEN: LA RAZÓN ARCHIVO
La Renta Dignidad, que beneficia a más de 1,2 millones de adultos mayores, tiene asegurados los recursos para su continuidad durante la gestión 2025. Así lo confirmó el gerente nacional de prestaciones de la Gestora Pública, Javier Molina, quien destacó que el Presupuesto General del Estado (PGE) contempla los montos necesarios para cubrir este derecho adquirido.
A pesar de la caída en los ingresos provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), la Renta Dignidad sigue siendo sostenible, según Molina, debido a los aportes de las empresas estatales como YPFB, Entel, BoA y otras.
El monto total mensual destinado al pago de la renta ronda los Bs 400 millones, con cada beneficiario que recibe entre Bs 300 (rentista) y Bs 350 (no rentista) al mes.
En entrevista con La Razón Radio, el gerente también aseguró que el fondo se ajusta anualmente y, además, permite incorporar a los nuevos beneficiarios que cumplen los 60 años. Solo en el último año, cerca de 40.000 personas se sumaron al sistema.
Para la próxima gestión, se estima un crecimiento similar en el número de beneficiarios, lo que refuerza la necesidad de una administración eficiente de los recursos. Molina reiteró que la Gestora Pública continuará cumpliendo su función operativa para garantizar el acceso a este derecho.
Con este presupuesto asegurado, la población adulta mayor puede estar tranquila respecto a la continuidad de un beneficio que ha sido pilar de la seguridad social en el país durante más de dos décadas.
La Renta Dignidad se enfrenta a retos financieros derivados de la caída de ingresos provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y otras fuentes.
El Proyecto de Ley PGE 2025 se encuentra en la Cámara de Diputados, esperando que la Comisión de Planificación inicie su tratamiento. Una vez aprobado, debe remitirse a la Cámara de Senadores para que sea sancionado.