Análisis demuestra que gasolinas tienen más etanol de lo establecido


De acuerdo con la Ley 1098, la mezcla permitida es del 12%. Un experto relata la experiencia que lo llevó a realizar pruebas en el exterior, debido a los constantes reclamos de clientes de una concesionaria

Raúl Domínguez

 

Según los mecánicos, la mayoría de los fallos en los motores se deben a la baja calidad de los combustibles, que dañan sistemas de inyección  el dato | Fuad Landívar
Según los mecánicos, la mayoría de los fallos en los motores se deben a la baja calidad de los combustibles | Fuad Landívar

 



Fuente: El Deber

Desde hace algunos meses, las quejas de conductores por la supuesta mala calidad de los combustibles que se comercializan en algunas regiones del país, ha crecido de tono en medios de comunicación y redes sociales. De hecho, en diciembre de 2023, un grupo de parlamentarios de Comunidad Ciudadana (CC) denunció que la gasolina y el diésel que llegan al país no cumplen con los estándares internacionales de calidad, y que el Gobierno ocultó deliberadamente la información.

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En reiteradas ocasiones, la estatal YPFB y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), han negado las aseveraciones y aseguran que la calidad de los combustibles que se importan es óptima y no representa riesgos para los motores de los vehículos, incluso con la mezcla actual del 12% de etanol, que está vigente desde 2018, de acuerdo a lo establecido por la Ley 1098.

Sin embargo, a inicios del año pasado, una reconocida concesionaria a escala nacional decidió realizar, por su cuenta, un estudio sobre la calidad de las gasolinas que se comercializan en los surtidores del país, a raíz de los crecientes reclamos de sus clientes que habían adquirido vehículos en sus sucursales. El problema casi generalizado era daños en el sistema de inyección.

Un experto, quien prefirió identificarse simplemente como ‘A.Y.’, lideró las pesquisas que se encargaron a algunos laboratorios bolivianos, los que no encontraron anomalías en la composición química de las gasolinas que en ese entonces se comercializaban, la Especial (85 octanos) y la Súper Etanol 92 (92 octanos).

“Pedimos información a las fábricas (marcas de vehículos) sobre qué porcentaje de alcohol era permitido por la garantía y nos indicaron que era el 10% para operar sin problemas. Arriba de eso, tenemos que agregar aditivos descarbonizantes para limpiar el sistema de inyección”, relató.

A.Y. explicó que cuando la calidad del combustible es deficiente o el vehículo presenta mala combustión, durante la explosión del vapor de gasolina que desplaza al pistón, se generan partículas de carbón que se adhieren en varias partes del motor. “Tuvimos que mandar muestras a un laboratorio en Chile y nuestra sorpresa fue grande porque los resultados que nos arrojaban era que el contenido de alcohol era superior al 23%en la gasolina Especial y 24% en la Etanol 92”, detalló.

El especialista señaló que, a mayor cantidad de etanol, significa que el combustible contiene más agua que corroe las piezas, por lo que el vehículo necesita modificaciones desde el tanque de almacenamiento, cañerías, sistema de inyección o anillas. “Por eso es que los vehículos flex (alcohol/gasolina) vienen con tanques de plástico, tienen un tratamiento térmico. En cierta forma, el etanol es bueno porque aumenta el octanaje, porque el fabricante nos exige cada vez combustibles con mayor octanaje, pero tiene que ser usado de forma responsable, en la proporción necesaria para que no llegue a afectar el resto de los componentes. Un cambio de inyectores o una reparación de anillas y demás, por lo menos debe estar entre los 2.000 y 2.500 dólares, más o menos”, sostuvo.

Al mismo tiempo, el especialista mencionó que se recurrió a entidades gubernamentales para encontrar una explicación, pero las respuestas fueron inexactas.

De acuerdo a normas

Consultada sobre las quejas de los conductores, acerca de la calidad de los combustibles en el país, la estatal YPFB indicó a EL DEBER que en el desarrollo de todas las operaciones de la cadena de hidrocarburífera, se cumplen rigurosamente los parámetros de calidad establecidos por la normativa vigente. “Esto implica desde la producción, transporte, almacenaje, comercialización y la importación”, precisó.

En ese marco, la petrolera subrayó que los procesos de compra de combustible importado, cuentan con una autorización previa, emitida por la Agencia Nacional de Hidrocarburos, en la cual dentro de los requisitos se encuentra que el producto debe cumplir con los parámetros de calidad establecidos en la normativa correspondiente basados en estándares internacionales de calidad.

“La (ANH), es la entidad que realiza el control de la calidad y cantidad de los combustibles en Bolivia, con funciones específicas y protocolos de control que se llevan a cabo de manera periódica para garantizar la conformidad con las normativas vigentes”, agregaron desde YPFB.

EL DEBER envió también un cuestionario a la ANH, pero hasta el cierre de la presente entrega, no se pudo obtener respuesta.

En relación a la mezcla de gasolinas y diésel con aditivos vegetales, YPFB ponderó que, “en general, el adicionar aditivos de origen vegetal a las gasolinas y diésel de origen fósil mejora la calidad del producto en términos de eficiencia de combustión y reducción de emisión de CO2 traduciéndose en una combustión más eficiente y un mejor rendimiento del motor”.

En cuanto a la verificación de la calidad de los combustibles durante el proceso de importación, el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca), desde 2005 fue delegado para homologar los certificados de calidad de origen emitidos por el fabricante y homologado por un organismo de certificación reconocido por el país de origen, como un requisito técnico para obtener la autorización de importación de carburantes, según lo estableció el Decreto Supremo 28419.

Empero, el presidente del Ibnorca, Daniel Sánchez, indicó que la última disposición para la importación de combustibles, a través del Decreto Supremo 5313, (15 de enero 2025) ya no exige la homologación que realizaba la entidad. “El proceso consistía en verificar que los resultados de los ensayos emitidos en el país de origen, para su importación, cumplan con los estándares de calidad exigidos por el Decreto 28419 y el reglamento de calidad de carburantes (parámetros como octanaje, grado de viscosidad, corrosión entre otros)”, expresó Sánchez.

Manifestó que el objetivo era homologar que los productos importados cumplieran con los requisitos técnicos y de calidad establecidos por la Ley de Hidrocarburos y el D.S. 28419. “El Ibnorca emitía el certificado cuando el resultado de los parámetros del producto a ser importado (diésel y gasolina base) cumplían con los requisitos establecidos en el decreto, remarcó Sánchez, a tiempo de mencionar que, a partir del D.S. 5313 la entidad reguladora (ANH) podrá aceptar el certificado de calidad de origen sin homologación en territorio nacional para autorizar la importación.

En efecto, la Disposición Adicional Segunda establece que la ANH podrá aceptar también, en copia original, legalizada o documento con firma digital el Certificado de Ensayo y el Informe de Ensayo de los productos.

Los testimonios

Domingo Ramos, ejecutivo de la Ilustre Confederación del Transporte Pesado Nacional e Internacional de Bolivia, denunció que entre sus afiliados se tienen experiencias de haber cargado diésel con agua en surtidores de Oruro y Potosí. “En la escasez de diésel es lo que ha pasado. Hemos hecho las denuncias ante la ANH, han dicho que los van a multar a los surtidores, pero hasta el momento no se sabe nada”, expresó.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Transporte del Oriente, Luis Añez, mencionó que se tuvo problemas con las autoridades peruanas (en 2023) porque los vehículos que ingresaban desde Bolivia tenían en sus tanques diésel con altos contenidos de azufre, lo que estaba prohibido en ese país. En esa oportunidad, los camiones bolivianos no podían ingresar a territorio peruano.

“Lo que siempre nos ha dicho en YPFB es que en los certificados de origen se cumplen los requisitos sobre las partículas de azufre mínimas, pero nunca nos han mostrado algún certificado de origen. Pero en mi experiencia, en mi empresa, que salgo todos los días a Buenos Aires y a San Pablo, no he tenido muchos problemas de inyectores (de los motores). Tal vez se haya dado algún caso por mal manipuleo, en alguna estación de servicio”, sostuvo Añez.

Sobre las normativas

En 2022, el Gobierno optimizó las medidas regulatorias de calidad mediante el DS 4718. El director de la ANH, Germán Jiménez, explicó que los certificados de importación que requiere Bolivia están en el Reglamento de Calidad de Carburantes y Lubricantes, que considera la norma internacional Euro VI.

Sin embargo, a decir del experto A.Y., los combustibles que se comercializan en el país, especialmente los distintos tipos de gasolinas con aditivos vegetales, llegan a Euro IV.

Desde abril del año pasado, en Europa está vigente la norma Euro VII para las emisiones de escape de los vehículos de carretera.

Fuente: El Deber


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