Los contratos ya pasaron el primer filtro el 8 de enero, cuando el Comité de Energía e Hidrocarburos los aprobó y remitió a la Comisión de Economía Plural. Luego pasará al pleno de la Cámara de Diputados.
Fuente: Opinión
En medio de observaciones y cuestionamientos, representantes de la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) socializaron este sábado en Uyuni, Potosí, los contenidos de los contratos firmados para la instalación de tres plantas industriales de producción de carbonato de litio grado batería.
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Se trata de dos contratos, uno con Uranium One Group (Rusia), firmado el pasado 11 de septiembre, que es asociación accidental para el desarrollo de una planta de extracción directa de litio (EDL) y carbonatación de litio en el Salar de Uyuni, departamento de Potosí.
El otro, firmado el reciente 26 de noviembre, con la empresa china Hong Kong CBC Investment Limited, que incluye la instalación de dos plantas industriales y una producción escalonada de 35.000 toneladas anuales de ese compuesto.
Ayer se dio un encuentro en Uyuni entre autoridades originarias, representantes de organizaciones sociales y de comunidades circundantes al Salar de Uyuni “para socializar el contenido de los contratos firmados las inversiones y el uso de tecnología avanzada y amigable con el medioambiente, que permitirá acelerar la producción de carbonato de litio, grado batería en Bolivia”, informó YLB por su cuenta de Facebook.
Sin embargo, hay cuestionamientos a uno de ellos. La Fundación Milenio a través de un informe muestra observaciones en el contrato firmado entre Bolivia y la empresa rusa Uranium One Group (UOG) para desarrollar una planta de extracción de litio y producción de carbonato de litio.
El contrato establece un plazo de 11 meses para la construcción de la planta, sin embargo, el director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, indica que ese periodo es insuficiente y que se necesita por lo menos tres años, por tanto, cuestiona “¿quién tendrá la responsabilidad de concluir la planta una vez finalizado el plazo?”.
Como respuesta, Omar Alarcón, presidente ejecutivo de YLB, indicó que “una vez ellos inviertan, construyen la planta, inicien las pruebas operativas, estabilice la planta hasta entregar el producto carbonato de litio grado batería en los niveles de producción, cuando ellos lleguen al 100% se cumple las pruebas de rendimiento. Cuando la planta esté operando eficazmente y óptimamente nosotros aceptamos la planta. Hasta ese momento el riesgo total de la inversión es de la empresa rusa”, informó al canal estatal Bolivia TV.
El 100% de la inversión también lo realizan las empresas en cuestión.
Según el informe, para operar y mantener la instalación, UOG deberá firmar un contrato adicional. Además, que esta empresa adquirirá derechos exclusivos para comprar y comercializar el litio producido, lo que genera preocupaciones sobre la soberanía en la gestión del recurso.
Alarcón explicó que el contrato establece una partición en las utilidades de lo que va a generar la planta. La distribución establece para YLB el 51%.
“Con eso queremos establecer dos cosas: vamos a tener un ingreso seguro y óptimo para Bolivia en una cantidad mayor, y, segundo, vamos a tener el mayor control respecto al manejo de los recursos económicos. En ninguno de los escenarios YLB, el Estado o el departamento va a estar con una participación minoritaria en la negociación. Las empresas tienen un rédito positivo”.
Con el contrato de asociación accidental entre YLB y la firma rusa Uranium One Group, Joint-Stock Company Sucursal Bolivia, se prevé implementar una planta industrial para la producción de 14.000 toneladas métricas por año (tm/a) de carbonato de litio, en tres fases, con una inversión de más de 975 millones de dólares.
Mientras que, con el contrato de servicios con el consorcio chino CBC, YLB prevé implementar dos plantas industriales, cada una en dos fases, una con capacidad de 25.000 tm/a y otra de 10.000 tm/a, con una inversión de 1.030 millones de dólares.
Fuente: Opinión