El modelo económico boliviano que resultó exitoso durante el boom del gas ahora pone en jaque a los administradores del Estado debido a la caída de la producción hidrocarburífera.
eju.tv
Juan Carlos Véliz / La Paz
El gobierno del presidente Luis Arce anunció que realizará ajustes al modelo económico que implementó desde 2006. Se trata del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) que se basa en la redistribución del ingreso para potenciar el mercado interno y la aplicación de políticas sociales donde el Estado tiene un rol prevalente en la economía.
Este modelo fue implementado en el gobierno de Evo Morales en 2006 y fue constitucionalizado en la nueva Carta Magna, aprobada en 2009, y por casi 14 años tuvo como ministro de Economía a Luis Arce Catacora, actual presidente de Bolivia.
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Este paradigma fue planteado como una respuesta al modelo económico neoliberal que estuvo vigente en el país por al menos 20 años hasta la caída del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada en 2003.
Arce fue catalogado como el artífice del modelo que resultó exitoso para Evo Morales durante el boom del gas hasta que los campos de producción de hidrocarburos fueron declinando al extremo de que cayeron las exportaciones principalmente a Argentina.
Los principales ejes de este modelo económico son la redistribución de la riqueza, la inversión pública, la industrialización con sustitución de importaciones y la nacionalización de los recursos naturales estratégicos.
El MESCP fue aplicado en el país, en una primera etapa, desde 2006 hasta 2019 cuando renunció Morales y el gobierno de Jeanine Añez intentó implementar una economía más liberal, pero en 2020 llegó Luis Arce (MAS) con el modelo económico social comunitario.
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Para el gobierno de Arce, la reactivación del MESCP permitió alcanzar una tasa de crecimiento del PIB del 6,1% en 2021, crecimientos económicos por encima del 4% y la reducción de la pobreza; sin embargo, también presentó fallas estructurales cuando se manifestó con más fuerza la crisis económica en Bolivia.
Los críticos señalan que el modelo económico de Bolivia es ineficaz para generar desarrollo, su asistencialismo, las excesivas subvenciones, su impacto negativo en el medio ambiente y su dependencia de los recursos naturales.
Ahora el modelo económico que en algún momento fue planteado como un paradigma de exportación ahora afronta los embates de sus mismas políticas y que han generado una crisis económica caracterizada por la falta de dólares y carburante, y una inflación galopante que bordea por el 10%, el más alto en 17 años.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, anunció ayer la adaptación del modelo a las actuales circunstancias de la economía y para potenciar la industrialización para dejar la dependencia de las importaciones.