Morales retoma el pulso frontal al gobierno en la víspera de su audiencia por delitos sexuales, sin embargo, la moral de las bases parece tocada. La oposición también apura sus últimas alianzas
Fuente: El País.bo
La que se supone era la semana de la reactivación política se ha quedado en un veremos, sobre todo de parte de los múltiples frentes de oposición que no tienen muy claro por donde dar sus siguientes pasos. Mientras tanto, el Gobierno vislumbra un océano de “recuperación” con el presupuesto aprobado y los Tribunales conformados con sus auto – prorrogados. Arranca una carrera contra el crono que bien podría convertirse en tormenta perfecta: el barril de petróleo ha empezado un repunte y también el dólar, fenómeno que se atribuye a la inminente asunción de Donald Trump pero que podría convertirse en estable: dólar caro en un mundo inestable “dirigido” por un hombre que amenaza con aranceles e invasiones.
Más allá del macro, la estrategia arcista tiene un día señalado en el calendario: el 14 de enero de 2025, y un punto n el mapa: la Fiscalía Departamental de Tarija. Ese día el expresidente está citado a declarar por sus presuntos abusos a menores de edad. Morales ya ha advertido que no asistirá y de hecho ha movilizado a sus leales para “protegerse” en el Chapare mientras otro grupo marcha desde Patacamaya a La Paz.
El escenario es idéntico al de noviembre. El ministro de Gobierno Eduardo del Castillo, con toda su ambición política, desea ejecutar la aprehensión de Morales por rebeldía, pero no le disgusta mantenerse en la espera mientras el expresidente se proyecta como un líder asustado que moviliza a sus leales creando inestabilidad en el país para librarse de un proceso que evidentemente tiene un matiz político innegable.
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Las fuerzas del evismo
El evismo ha lanzado toda su artillería para justificar la movilización, pero varios factores le condicionan: la moral de las tropas está baja después de la “espantada” de noviembre, que generó no pocas fricciones entre los simpatizantes, con acusaciones sobre la petición de viáticos y la nula actividad.
Además, en noviembre había una incipiente crisis de provisión de combustibles que se agravó, pero se supone que el gobierno ha tomado nota. Por último, el verano tiene un efecto demoledor sobre la opinión pública, vital para este tipo de movilizaciones que necesitan legitimidad social.
Probablemente Morales no tiene otra opción, pero contrasta poderosamente su llamado a la movilización general con la actitud relajada de Andrónico Rodríguez en sus redes sociales desde principios de enero: Año Nuevo en Lima, lamento por Leo Dan, visita sorpresa a su comunidad natal de San Isidro, reunión con los Ayllus potosinos, con la Fedecomin y visita a Yapacaní. Algunos llamados a la unidad y brindis con la Ley contra los autoprorrogados que no pasará Diputados. Ni una palabra de Maduro, ni una palabra de la marcha.
Andrónico tiene su propia Agenda pic.twitter.com/GfTSNoCObD
— La Mano del Moto (@LaManodelMoto) January 12, 2025
Andrónico y Morales se esforzaron durante todo noviembre en mostrarse unidos y negar cualquier sorpasso o desafío del alumno al maestro, pero lo cierto es que en su entorno ya se habla del paso al costado de Morales como única vía factible para que el MAS pueda aglutinar fuerzas sobre un nuevo liderazgo, que sería el de Andrónico, aunque no sea tan nuevo.
La sombra de la Cancillería
No todo en el arcismo es una taza de leche ni mucho menos. Los pulsos de poder siguen socavando la gestión y la última “presa” es precisamente la titular de la Cancillería, Celinda Sosa.
Sosa llevaba un mes de baja médica, lo que algunos operadores consideraban como un atrincheramiento en toda regla. El jueves su viceministro anunció que acudiría a Venezuela, pero no se publicó ni una sola imagen sobre ese evento en toda la jornada arreciando las dudas: Sosa podía seguir de baja, pero también cabía la posibilidad de que el gobierno de Maduro hubiera tomado represalias con la delegación de Bolivia por el desprecio de Luis Arce.
Finalmente Sosa publicó una sola foto en su cuenta personal en la que se le ve de espaldas saludando a Maduro. Una imagen que en principio debería servir para calmar los ánimos entre quienes aspiran a ocupar esa cartera en estos últimos meses de gestión, que por otro lado, serán claves en la esfera internacional.
Fuente: El País.bo