Romero advirtió que la falta de dólares en el sistema financiero ha encarecido las importaciones y reducido el poder adquisitivo.
eju.tv /Video: La Hora Pico
Santa Cruz.- El presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, instó al gobierno nacional a dejar de lado las decisiones ideológicas y priorizar acciones pragmáticas, coordinadas con el sector privado, para abordar la crisis económica que enfrenta Bolivia. Advirtió que el predominio de políticas demagógicas y poco objetivas podría agravar aún más la situación.
“Si no se toman decisiones objetivas y sensatas, y tomemos decisiones demagógicas, ideológicos y poco pragmáticas la situación tiende a empeorar”, manifestó Romero al agregar que la actual situación “amerita asumir acciones en común con el sector privado, pero acciones pragmáticas” porque si se continúa manejando el país con el tema político, “hay que agarrarse fuerte”.
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En entrevista en el programa radial La Hora Pico, Romero omero describió un panorama preocupante para las reservas internacionales de Bolivia, destacando que las fuentes tradicionales de financiamiento, como las exportaciones, la inversión extranjera directa, la deuda externa y las remesas, están debilitadas.
Explicó que Bolivia ocupa el segundo lugar en riesgo de inversión en la región, después de Venezuela, lo que ahuyenta capitales, inversionistas. Señaló que las importaciones de combustibles superan significativamente a las exportaciones, generando un déficit de más de 500 millones de dólares en 2024.
Agregó que mientras el país ha recibido 529 millones de dólares en créditos, el servicio de la deuda asciende a 1.526 millones, dejando un déficit de casi 1.000 millones de dólares.
“Las reservas internacionales están bajo presión, debilitadas por un déficit fiscal crónico de 12 años consecutivos. Esto obliga al gobierno a buscar créditos y monetizar reservas de oro, acciones que no solucionan el problema estructural”, afirmó Romero.
En ese sentido, Romero advirtió que la falta de dólares en el sistema financiero ha encarecido las importaciones y reducido el poder adquisitivo.
“El desabastecimiento de divisas para importar carburantes podría generar inflación, caos político y social. Además, la devaluación de nuestra moneda, que ya ha perdido cerca del 60% de su valor real, está erosionando el poder adquisitivo de los bolivianos”, explicó.
En ese marco, Romero instó al gobierno Fomentar la producción nacional, implementando políticas que estimulen la industria y eliminen trabas al sector privado.
Aumenten la transparencia, informando sobre la gestión de las reservas internacionales, especialmente las monetizadas, y los créditos adquiridos. Además de evitar medidas paliativas, deteniendo la dependencia de préstamos y enfocarse en estrategias sostenibles a largo plazo.
“La solución a esta crisis no está en políticas de corto plazo ni en parches financieros, sino en reformas estructurales que devuelvan estabilidad y confianza a la economía boliviana”, señaló Romero.