“La justicia es la única virtud de una persona, que es considerada como el bien de alguna otra”. Aristóteles
Compartiendo lecturas varias.
Las sociedades, durante largos procesos históricos y buscando superar sus permanentes conflictos, probaron mecanismos diversos que les permitieran trabajar, vivir en paz y en convivencia mutua. Estas prácticas, muchas veces repetidas, se convierten en costumbres y luego en normativas. Aquellas que se consideran justas y adecuadas, van mejorando, se difunden hasta ser aceptadas por una mayoría de la sociedad y finalmente se institucionalizan en el marco del Estado. Así avanza la sociedad civilizada.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
La Justicia, que busca garantizar el orden y la paz, surge tanto como producto de una práctica y fundamento cultural (de acuerdo al consenso social) y también con un fundamento formal (de acuerdo a normas y leyes institucionalizadas). Esto se explica así, puesto que la justicia se encuentra en la intersección, entre la vida personal y la vida social.
Entre los varios conceptos de justicia, dado que esta es un producto histórico, social y del manejo del poder; se reconoce la existencia y prevalencia de dos conceptos básicos: La Justicia apegada a la tradición y los derechos de la persona y la Justicia social comunitaria.
La justicia no es un valor propiamente jurídico, puesto que ni su esencia ni su efectiva realidad se hallan forzosamente ligadas en principio al derecho. El derecho contribuye definitivamente a ejercerla, y puede incluso ser la condición de hecho y necesaria para que haya justicia entre los hombres.
De aquí que se habla de la justicia, como un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe cimentarse la sociedad y el Estado, y que en una perspectiva liberal tienen que ver principalmente con la libertad personal, la propiedad privada, el respeto al otro y la igualdad de todos ante la ley.
El poder Judicial es el encargado de hacer efectiva la idea del Derecho como elemento regulador de la vida social, pero para que esto funcione, los jueces y fiscales deben ser honestos, idóneos y probos.
La “Seguridad Jurídica”, se manifiesta como un valor fundamental en el ámbito de los valores ciudadanos. En este contexto, el Poder Judicial necesita ser independiente para poder controlar y contener a los restantes poderes y en especial al Ejecutivo, cuando estos contravengan el ordenamiento jurídico.
Recuperación y reconstrucción del Estado democrático.
Estado es el modelo de organización social, el que cuenta con Instituciones soberanas que regulan la vida de las comunidades de individuos en el ámbito de un territorio nacional.
Las funciones del Estado son varias y muy amplias: La defensa e integridad territorial de la Nación así como del monopolio de la fuerza pública, las relaciones exteriores del país, la protección de la vida, la seguridad jurídica, la libertad y los bienes de sus habitantes, la administración de justicia, la educación y la salud, sin intervenir en el ámbito de la actividad empresarial de las personas.
Los instrumentos o medios que utiliza el Estado, mediante la Administración pública para realizar una determinada función estatal, se dividen en: Órganos Legislativos, Órganos Ejecutivos y Órganos Judiciales.
En Bolivia todos estos órganos están supeditados al Poder Ejecutivo y al Partido político dueño del Gobierno y del Estado Plurinacional.
En Bolivia el llamado Estado Plurinacional está podrido y es perentorio reconstruirlo, empezando por el Poder Judicial, que es el que da credibilidad y confianza al ciudadano en su relación con el Estado.
Con el masismo se ha perdido la orientación y filosofía de lo que es un verdadero Estado. Tienen una parodia de Estado que carece de estructura, de un adecuado equipamiento y con una total carencia de personal idóneo para cada cargo.
Un papel esencial de la institucionalidad estatal en un régimen democrático, es el de asegurar el Estado de derecho y en particular la propiedad privada, la administración imparcial de justicia y el principio del trato no discriminatorio; además de la existencia y respeto a las leyes. Nada de esto funciona en el Estado Plurinacional cocalero.
Siguiendo esta lógica en los sistemas liberales y democráticos, los poderes públicos están sometidos al imperio de la ley y se practica la separación de poderes, con lo que nace el llamado Estado de Derecho. Se considera que un juicio es justo si se lleva a cabo de acuerdo con la ley, con un juez y un jurado honesto e imparcial.
En los sistemas socialistas y populistas, los partidos políticos, de esa orientación, postulan demagógicamente la Justicia Social y la igualdad de todos. En la práctica aplican la justicia social comunitaria, bajo la hegemonía y el dictamen del Gobierno autoritario y centralista.
Miles de personas siguen a los populistas en procura de esa buena vida prometida, sin responsabilidad y bajo dependencia del dinero ajeno y con falsas promesas de igualdad, que se desvanecen día a día dejándolos en una realidad, de creciente desigualdad.
En su práctica, los socialistas y populistas pretenden conseguir esta justicia haciendo el uso de la fuerza, con lo que destruyen la libertad. El problema es que para ellos el uso de la fuerza es intrínseco y disfrutan y ganan plata cuando lo usan.
“Ningún Sistema socialista puede ser establecido sin una Policía política”. Winston Churchill