Fitch Ratings bajó la calificación del país de triple C a triple C negativo, un indicativo de alto riesgo de incumplimiento y dificultades para acceder a financiamiento internacional. Jaime Dunn, analista económico, explicó el impacto de esta baja y lo que significa para el futuro del país.
Jhoan Sebastian Mamiña Pereyra
Fuente: Red Uno
Bolivia enfrenta un nuevo reto económico tras la decisión de Fitch Ratings de degradar su calificación crediticia de triple C a triple C negativo. Esta baja refleja un alto riesgo de incumplimiento, baja solvencia y la dificultad del país para acceder a financiamiento internacional, según explicó el analista económico Jaime Dunn en un reciente análisis.
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“La calificación triple C negativo significa que Bolivia está en una situación económica delicada, con reservas internacionales reducidas, alta inflación y un déficit fiscal persistente superior al 9% del Producto Interno Bruto (PIB)”, indicó Dunn.
Además afirmó que a fines de 2024, las reservas internacionales cayeron a 1.980 millones de dólares, de los cuales solo 47 millones corresponden a reservas líquidas, lo que agrava aún más la situación financiera del país.
Dunn también destacó que Bolivia no solo enfrenta problemas económicos, sino también políticos y sociales.
“La fragmentación política dentro del gobierno, las protestas y bloqueos frecuentes, así como la falta de confianza en las instituciones, también influyen negativamente en la calificación crediticia”, afirmó el analista.
Según Fitch, la inestabilidad política y la falta de gobernanza son factores clave que mantienen a Bolivia en una situación de riesgo elevado. El país enfrenta un año electoral marcado por tensiones sociales y un deterioro de la calidad institucional. Esta baja calificación lo coloca por debajo de países como Argentina, que recientemente ha mejorado su calificación crediticia.
Las consecuencias de esta degradación son preocupantes.
“Bolivia ya está en un punto crítico, con dificultades para cumplir con sus obligaciones de deuda y una inflación acelerada que afecta a la población. Si no se toman medidas urgentes, la situación podría empeorar”, advirtió Dunn.
La comunidad internacional ha encendido las alarmas ante la situación de Bolivia, que ahora enfrenta serios desafíos para estabilizar su economía y recuperar la confianza de los mercados.