Aquí compartimos parte del análisis de BMI, en “Perspectivas mensuales de América Latina” – Un Enfoque en Bolivia, del mes de enero de 2025. A continuación, se comparte algunas puntualizaciones de manera breve:
- Creemos que las proyecciones macroeconómicas del presupuesto muestran que el gobierno está tratando de desviar públicamente la atención o no está tomando las medidas necesarias seriamente para afrontar las crisis económicas que se desarrollan sobre el terreno.
- Existe un alto grado de incertidumbre respecto de la política fiscal en particular, porque el gobierno no ha publicado ningún presupuesto mensual o datos oficiales para este pasado 2024 (los datos de 2023 se hicieron públicos recién en diciembre de 2024).
- Las proyecciones del gobierno reconocen que la vinculación es insostenible, pero incluso allí creemos que la proyección probablemente sea demasiado optimista, ya que el tipo de cambio informal se informó era de BOB11,0/USD al 13 de diciembre.
- Somos particularmente escépticos respecto del presupuesto y a las proyecciones del crecimiento del gobierno:
- a) La tasa de crecimiento real parece muy improbable. Incluso con fuertes vientos de cola a favor en 2022, la economía solo pudo crecer un 3,6%.
- b) En relación con esto, vemos crecientes discrepancias con respecto a las recientes declaraciones públicas, de estados financieros y presupuestos, especialmente en el lado de los ingresos (implicaba un crecimiento nominal del 17%).
- Se espera que el déficit fiscal persista al menos hasta el 2026, se estima que fue del 10,8% del PIB en el 2024 y se prevé que llegue a un 9,7% en la gestión 2025.
- Dos tercios del gasto estatal se destinaron a adquisiciones y nóminas de bienes y servicios en el 2023, y se estima que podría haber sido igual o mayor esa cifra en el 2024.
- Se estima que la deuda pública seguirá aumentando del país, y que llegue al 98% del PIB para el 2025 según el informe WEO (FMI) y según proyección del BMI a un 84% del mismo.
- La deuda interna seguirá en ascenso, se estima que para el 2025 la interna represente el 62% del PIB y la deuda externa el 22%.
Crisis económica: La inflación se ha disparado hasta el 9,5% interanual a finales de 2024, el nivel más alto desde octubre de 2011 (9,1%). A diferencia de otros mercados como Argentina, el crecimiento de los salarios nominales bolivianos es bajo y los ahorros son débiles, lo que significa que los hogares tienen mucho menos margen financiero para hacer frente a las dificultades económicas. La escasez de alimentos, combustible y otros productos esenciales (en particular aquellos con cadenas de suministro internacionales) es aguda. Y, por lo tanto, los hogares están atrapados con bajos ingresos en moneda local y la falta de liquidez en dólares significa que hay muy pocas formas de amortiguar el golpe al poder adquisitivo. Esto significa que cualquier ajuste fiscal es similar a un suicidio político a corto plazo.
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Por: Luis Fernando Romero Torrejón
Pdte. Colegio Departamental de Economistas de Tarija