Lic Ruben Suarez
En Bolivia, la lucha por la igualdad de género en la política ha sido un pilar fundamental en la construcción de una democracia más justa e inclusiva.
Sin embargo, en los últimos tiempos, hemos sido testigos de una preocupante tergiversación y manipulación en las encuestas publicadas, donde únicamente se destacan candidatos hombres para la presidencia, ignorando por completo a las mujeres que también aspiran a liderar el país. Esta práctica no solo invisibiliza a las mujeres en la política, sino que también viola flagrantemente lo establecido en la Constitución Política del Estado (CPE), específicamente en su Artículo 11, que garantiza la paridad y alternancia de género en todos los niveles de gobierno.
La importancia de la mujer en la política
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La participación de las mujeres en la política no es solo un derecho, sino una necesidad para construir sociedades más equitativas y representativas. Las mujeres aportan perspectivas únicas, priorizan temas como la educación, la salud, la lucha contra la violencia de género y la inclusión social, y su liderazgo es fundamental para avanzar hacia una verdadera democracia participativa.
En Bolivia, históricamente, las mujeres han sido protagonistas de cambios trascendentales, desde las luchas por la independencia hasta la consolidación de los derechos sociales y políticos en la actualidad.
Sin embargo, a pesar de estos avances, persisten prácticas discriminatorias que relegan a las mujeres a un segundo plano. Las encuestas recientes, que solo mencionan a candidatos hombres, son un claro ejemplo de cómo se intenta manipular la opinión pública y socavar los derechos conquistados por las mujeres.
La tergiversación en las encuestas y la violación constitucional
En las últimas semanas, diversas encuestas han sido publicadas, mostrando únicamente a candidatos hombres como opciones viables para la presidencia. Esta práctica no solo es sesgada, sino que también viola el Artículo 11 de la Constitución Política del Estado, que establece:
El Estado adopta medidas de acción afirmativa para garantizar la participación plena y efectiva de mujeres y hombres en la toma de decisiones, en condiciones de igualdad, en todos los niveles del Estado.»
Además, la Ley N° 026 del Régimen Electoral y la Ley N° 243 contra el Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres refuerzan este mandato, exigiendo la paridad de género en las candidaturas y la alternancia en las fórmulas presidenciales. Sin embargo, estas normas están siendo ignoradas, y las mujeres son sistemáticamente excluidas de las encuestas y de los espacios de decisión política.
Candidatas mujeres: una realidad ignorada
En Bolivia, existen mujeres capaces, preparadas y comprometidas con el país, que han demostrado su liderazgo y están listas para asumir la presidencia. Entre ellas destacan:
-Angélica Ponce Chambi: Una líder con una trayectoria impecable en la defensa de los derechos humanos y la justicia social. Su propuesta se centra en la inclusión, la equidad y el respeto a la Constitución.
-Deisy Choque: Una figura emergente en la política boliviana, conocida por su lucha contra la corrupción y su compromiso con la transparencia.
Julia Ramos: Una defensora de los derechos de las mujeres y las comunidades indígenas, con una visión clara de un país más justo e igualitario.
Estas mujeres, entre otras, representan una alternativa real y viable para la presidencia, pero han sido invisibilizadas en las encuestas y en los medios de comunicación. Esta exclusión no solo es injusta, sino que también atenta contra la democracia y los principios constitucionales.
Un llamado a la acción: respeto a la Constitución y a la equidad de género
Es imperativo que los partidos políticos, especialmente aquellos que se autodenominan democráticos, como el MAS y IPSP, respeten la Constitución y garanticen que en sus fórmulas presidenciales haya una mujer. La paridad de género no es una concesión, sino un derecho constitucional que debe ser cumplido sin excusas ni dilaciones.
La sociedad boliviana no puede permitir que se siga manipulando la opinión pública con encuestas sesgadas y excluyentes. Es hora de exigir transparencia, respeto a la Constitución y un compromiso real con la igualdad de género. Las mujeres no son una opción, son una obligación en la construcción de un país más justo y equitativo.
Conclusión
La inclusión de las mujeres en la política no es solo una cuestión de justicia, sino una necesidad para fortalecer la democracia y garantizar un futuro mejor para todos los bolivianos. Las encuestas que ignoran a las candidatas mujeres no solo son manipuladoras, sino también anticonstitucionales. Es momento de alzar la voz, exigir el respeto a la paridad de género y reconocer el liderazgo de mujeres como Angélica Ponce, Deisy Choque y Julia Ramos.