No por mucho madrugar …


 

 

 



La campaña electoral en Bolivia, ha dado inicio con mucha antelación a la fecha definida para la realización de los comicios, fijados para el 17 de agosto de 2025. Por lo menos hace seis meses que se notaban aprestos proselitistas y, claramente, desde hace unos tres, que precandidatos y organizaciones políticas están en una actividad frenética en busca de apoyo ciudadano. Ahora, a seis meses de la realización de la primera vuelta, tenemos un país completamente electoralizado, en un contexto de crisis económica, división política, debacle institucional e incertidumbre generalizada, respecto de lo que vaya a suceder.

Una investigación rigurosa, llevada a cabo por Xtrategia Política, nos muestra que el electorado se halla muy indeciso y, a pesar de la prematura campaña electoral a la que hicimos referencia, sin definiciones sólidas en relación con las candidaturas existentes hasta el momento. La mitad de los electores manifiestan que no han decidido su voto y la tercera parte de la otra mitad, que afirman que sí lo hicieron, dicen que podrían cambiar de opción, si se presenta una alternativa sugerente.

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Para nadie es un secreto que Bolivia está viviendo un fin de ciclo político. El modelo de partido hegemónico que pretendió implantar el MAS, finalmente no ha cristalizado y está claro, que está en un estado crítico, difícil de recuperarse. Esto de ninguna manera significa que esta organización política, y sobre todo el electorado que la apoya, no vaya a gravitar de manera fundamental en las próximas elecciones. Todo lo contrario, el MAS sigue siendo un factor político de primer orden y con muy serias probabilidades de ganar la elección que viene, sobre todo si logra superar sus querellas internas y presentar una opción unitaria y de renovación generacional.

Así y todo, la investigación a la que hacemos referencia, arroja la cifra de que más del 60% de los potenciales votantes, están predispuestos a votar por una alternativa diferente a la del MAS. Pero es evidente que estos electores no son homogéneos, ni están todos dispuestos a hacerlo por una misma opción. Eso me ha llevado a dividirlos en dos grandes grupos, a los que he denominado: el antimasismo duro y el antimasismo blando. Los primeros son los que siempre votaron contra el MAS y lo harán de nuevo por el que consideren que pueda derrotarlos y los segundos son los que alguna vez votaron por el MAS, pero que hoy se hallan decepcionados y que votarán por alguien que represente el centro político, pero que difícilmente votarán por un candidato que identifiquen muy a la derecha de sus convicciones.

El otro elemento que podría explicar la actual indefinición de los electores es que, siempre según la investigación que estamos citando, existe una demanda enorme de cambio, de renovación de actores políticos, de ideas y de propuestas. Aparentemente, hasta el momento, ninguno de los precandidatos que están en campaña, han logrado responder a esta crucial demanda ciudadana, tal vez con excepción de Andrónico Rodríguez, para el sector duro que respalda al MAS.

Seis meses son una eternidad en materia de campañas electorales. Muchos de los actores que quisieron madrugar y posicionarse, al no haber conseguido el objetivo de marcar una tendencia y fidelidades consistentes, tendrán que repensar sus estrategias, porque sino llegarán agotados y desgastados, sin haber logrado mover mucho sus cifras actuales.

Y, por supuesto, que se abre una enorme ventana de oportunidad para la aparición de nuevas figuras políticas que, dada la indiferencia de los electores con las actuales, pueden encontrar el espacio para refrescar la campaña electoral con novedad e intensidad.

Estamos ante una elección completamente abierta. Nada está dicho a seis meses de la primera vuelta. Ningún precandidato ha logrado vencer la barrera de los veinte puntos porcentuales en el favor popular. Los que ya están en carrera deben aprender que no se pueden obtener resultados distintos haciendo lo mismo y los que están por entrar a competir, deben entender que las elecciones modernas se ganan con estrategia, audacia y disciplina, no con “likes” o con “trending topic” efímeros y superficiales.


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