Reciclaje, ofertas y cooperación; claves para reducir el costo de los útiles escolares


El lunes los niños y adolescentes volverán a los colegios y necesitan útiles para la nueva gestión. Sin embargo, el alza de precios obliga a encontrar maneras de reducir los gastos.
Por Jorge Manuel Soruco Ruiz
Útiles escolares. FOTO: Ran Bolivia
Útiles escolares. FOTO: Ran Bolivia

Fuente: Visión 360 

 

 



Reciclaje y conservación de material; colaborar con otros padres de familia para comprar al por mayor; aprovechar las ofertas… son algunas de las opciones que los padres de familia pueden emplear para reducir el gasto en la adquisición de útiles escolares para la nueva gestión.

  1. Inspección y archivo

Ya sea antes de comenzar las clases, o durante los primeros días, los profesores envían las temidas listas de útiles. Por eso es aconsejable conservar los pedidos del año pasado, para comparar entre ambas y determinar que se tiene, qué hay que renovar o qué cambiar.

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En ese sentido, las familias con más de un hijo pueden ahorrar dinero reutilizando materiales como libros, si es que el pedido es continuo. Puede ser una verdad de perogrullo, pero no faltan quienes deciden comprar material nuevo para el más joven, ya sea para evitar posibles críticas de los compañeros u otra razón.

«Como padre tienes el deber de inculcar a tus hijos la importancia de saber administrar recursos sobre la pinta. Tiene que conocer desde pequeños que el dinero no crece en los árboles y que hay que saber cómo evitar gastos innecesarios», consideró Roberto Gallo, padre de tres.

Es importante, también, hacer un recorrido por librerías y centros de abasto para cotizar precios, especialmente en las ciudades bolivianas en las que el costo de un producto en específico puede variar mucho según el lugar de venta y la marca.

En ese sentido, se recomienda a los padres cuestionar si el profesor o la unidad educativa piden un útil de una marca determinada. Solo acepte si sabe que el producto justifica el precio, o si es sumamente necesario para el uso que se hará. En general es mejor buscar otra marca o de origen genérico.

  1. Enseñar a conservar el equipo

Todo puede pasar durante el año escolar que afecte a los útiles, sin embargo, los padres pueden trabajar con sus hijos para que estos aprendan a conservar su material. Desde dejar de tratar los lápices y bolígrafos como algo desechable hasta mantener las témperas y acuarelas en buen estado para alargar su vida.

Los progenitores recomendaron recalcar la importancia de no dañar los libros, ya que pueden pasar a los hermanos o primos menores. Lo mismo aplica a uniformes y guardapolvos.

Especial mención requieren los alumnos de cursos superiores con acceso a laboratorios de química y física. Los adolescentes pueden ceder a la tentación de jugar con sustancias que dañen su ropa.

  1. Reciclaje

Esta es, quizá, la estrategia más obvia. En tiempos de crisis lo mejor es evitar renovar el material que aún es utilizable, pese a su antigüedad. Esto es especialmente sencillo cuando se trata de carpetas, cartapacios y folders.

«Mis hijos tienen sus carpetas desde el 2020. Las forré una vez y nunca más necesité volver a hacerlo, fuera del cambio de plástico de algunas», comentó a Visión 360 Leonella Pinel, madre de dos.

El uso de carpetas y cartapacios es una ventaja en todos los niveles educativos. No solo son de materiales resistentes, sino que también sirven para ahorrar en cuadernos y libretas desechables.

En este apartado también conviene mantener contacto con familiares y amigos que tengan hijos en cursos más avanzados en esa unidad educativa específica, para así poder conseguir a menor precio, o en calidad de préstamo, los libros a utilizar.

Una buena forma de evitar los daños a los textos es forrándolos.

En Internet se pueden encontrar consejos para reciclaje de implementos «divertidos», para evitar que los niños reclamen material nuevo. Por ejemplo, se recomienda que los lápices de madera, unos más gastados que otros, se pueden reducir a un mismo tamaño con un sacapuntas y ser decorados con pequeños dibujos (lunares, rayas…) para así personalizarlos. Los archivadores pueden forrarlos con fotos de revistas, cromos, papeles de colores y luego cubrirlos con plástico transparente, haciendo todo esto con los hijos.

  1. Cooperación

«Hacer grupo con otros padres para comprar al por mayor», es el consejo de Rodrigo Rosa, padre de dos.

En ese sentido se puede contactar con los progenitores de los compañeros de curso, para así lograr reunir un pozo de dinero lo suficientemente grande para poder comprar útiles en grandes cantidades. Es ideal para productos como lápices, bolígrafos, crayones y papel.

Asimismo, se puede aplicar con los libros de texto: «hacer vaca para comprar unos cuantos y fotocopiarlos para ahorrar, especialmente ahora que los costos de los tomos están por las nubes», dijo.

  1. Marcar el material

Se recomienda marcar todo el material de los hijos: ropa, zapatos, libros y demás artículos que lleven al colegio, para reducir las compras innecesarias a mitad del curso escolar por pérdida o robo.

  1. Ofertas

Siempre se recomienda fijarse en las zonas de ofertas en librerías y supermercados. Allí se puede encontrar material a menor precio, aunque quizá de marcas más genéricas.


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