La División Homicidios y policías de Régimen Penitenciario llegaron a la clínica privada. La Fiscalía también participa de la acción policial.
[Foto Redes Sociales. ] / Ricardo Mertens en una fotografía tomada en el penal de Palmasola.
Fuente: UNITEL
El exejecutivo del banco Fassil, Ricardo Mertens, murió la madrugada de este domingo en una clínica de Santa Cruz de la Sierra. Agentes de la Policía llegaron al lugar para ejecutar el levantamiento de los restos.
Régimen Penitenciario y su abogado han confirmado el deceso y recordaron que días antes fue trasladado desde el penal de Palmasola hasta un hospital por problemas cardíacos.
Estuvo internado con diagnóstico reservado. Aunque se aguarda el informe de la autopsia de ley y los médicos que asistieron al expresidente de Fassil, se conoce que su muerte se produjo por una falla multiorgánica.
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La División Homicidios y policías de Régimen Penitenciario llegaron a la clínica privada. La Fiscalía también participa de la acción policial.
Carlos Soria, el abogado de Mertens, indicó que su defendido fue sometido a una operación quirúrgica que no resistió.
Para el jurista el penal no tenía condiciones para albergar a una persona con un estado de salud tan complejo.
Indicó además que con la muerte de Mertens el caso debe extinguirse.
Cuadro de salud
Mariano Medina, otro abogado de Mertens, había alertado que su estado de salud era grave y su vida corría peligro.
“Se encuentra en un estado grave de salud. Sufrió una descompensación por una septicemia que provocó un paro cardiorrespiratorio, tuvo que ser evacuado, tardíamente, al hospital San Juan de Dios. Ahí salvaron su vida. Ante la falta de atención lo trasladaron a una clínica”, dijo Medina el martes.
Según el informe médico, Mertens fue sometido a una cirugía del corazón, le aplicaron dos cateterismos y se encontraba dializando por problemas en sus riñones.
Caso Fassil
En marzo de 2023, el banco Fassil ostentaba un lugar privilegiado en el top 5 de las entidades financieras más grandes de Bolivia, pero la intranquilidad de los usuarios tras la aparición de fallas en su aplicación móvil y las quejas de los usuarios en redes sociales derivaron en colapso de sus sucursales en distintos puntos del país.
Las filas comenzaron a crecer y los usuarios tenían un único propósito: retirar su dinero de las arcas de Fassil.
Fue el inicio del fin de la entidad financiera que tuvo que ser intervenida por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), medida asumida tras la recepción de más 50 denuncias de usuarios (personas naturales y jurídicas) que no podían hacer uso de sus recursos.
Según la ASFI, la intervención fue una medida para proteger los ahorros de los usuarios, tras las denuncias por malas prácticas que se dieron en el interior de la extinta entidad.
Además, tras la intervención en abril de 2023, trascendió que los activos ascendían a $us 3.867 millones y la cartera de depósitos alcanzaba los $us 2.700 millones.
En ese entonces, la ASFI argumentó que la entidad bancaria no tuvo suficiente capacidad de liquidez para atender los requerimientos de los ahorristas, lo que llevó a su intervención.
Varios ejecutivos del extinto banco fueron procesados por este caso.
Fuente: UNITEL