
Este lunes comienza en el Golfo de Cádiz y en las costas de Andalucía, en el sur de España, el Dynamic Mariner/Flotex-25, el mayor ejercicio naval del año de la Armada española y de la OTAN, el más importante de los últimos años.
El enorme despliegue llega en un momento delicado para el país, presionado tanto desde la OTAN como desde la Unión Europea (UE) para incrementar su gasto en Defensa, un reto poco factible ante la dificultad del Gobierno encabezado por Pedro Sánchez para conseguir el respaldo del Parlamento.
Este operativo se extenderá hasta el próximo 4 de abril y en él participarán unos 4.000 militares, 30 buques, dos submarinos, unidades anfibias y medios aéreos de nueve países aliados: Alemania, Croacia, España, EE.UU., Francia, Grecia, Italia, Portugal y Turquía. En el adiestramiento se pondrá a prueba la integración de nuevas tecnologías en las operaciones navales, incluyendo medios no tripulados.
Entre los objetivos se encuentra probar la capacidad de proyección del poder naval, mando y control, operaciones anfibias, guerra antisubmarina y ciberdefensa, entre otras, según destaca la Armada española, así como verificar su competencia en escenarios multinacionales y en entornos de alta exigencia.
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En el ejercicio participará por primera vez el sumergible más moderno de la Armada española, el submarino S-81 Isaac Peral, en un operativo internacional. Tiene 6 tubos lanzatorpedos de 533 mm para lanzar misiles, torpedos y minas; misiles Sub Harpoon, que pueden neutralizar unidades de superficie y blancos en tierra cercanos a costa; y torpedos Seahake mod 4, con alcance de hasta 50 kilómetros.
España, que en esta ocasión es anfitrión, es uno de los seis países de la OTAN que «ofrecen un Cuartel General marítimo cualificado para liderar fuerzas navales de la Alianza», recalca la Armada. Los otros cinco son Reino Unido, Francia, Italia, Turquía y Alemania, a los que se unirá próximamente Grecia.
Media y alta intensidad
Flotex-25 es el ejercicio anual de nivel avanzado de la Armada, cuya finalidad es practicar su capacidad para ejercer el mando y control de una fuerza naval en un escenario de media y alta intensidad. Un escenario de alta intensidad significa guerra, mientras que uno de baja intensidad significa paz, lo que revela la elevada exigencia de estas maniobras.
En esta ocasión, los ejercicios también prevén certificar que el Spanish Maritime Force Headquarters (Cuartel General de la Fuerza Marítima Española) puede actuar como Mando del Componente Marítimo de las Fuerzas de Reacción de la Alianza.
La Fuerza de Reacción Aliada (ARF, por sus siglas en inglés) es una capacidad estratégica clave para la disuasión y defensa de la OTAN, diseñada para actuar con rapidez en cualquier escenario de crisis, para garantizar una respuesta inmediata ante amenazas emergentes.
La Armada española dirigirá la ARF a partir del próximo mes de julio y hasta julio de 2026.
Polémico gasto en Defensa
Estos ejercicios se realizan en un contexto complejo. España se sitúa en el último lugar en gasto en Defensa de los países que integran la Alianza del Atlántico Norte, según las cuentas del organismo.
Aunque en los últimos cuatro años el incremento ha sido más que significativo, el crecimiento de la economía española ha hecho que el dato se quede aún en el 1,28 % del PIB. Además, la meta se ha movido después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazara con retirar el escudo militar a la Unión Europea.
Bruselas ha reaccionado al reto de Trump en busca de mayor autonomía defensiva, solicitando a sus miembros que el gasto llegue al 3 %. Entretanto, España país podría llegar al 2 % en breve, ya que el Gobierno de Pedro Sánchez puede utilizar instrumentos jurídicos para alcanzarlo.
Sin embargo, llegar al 3 % será mucho más difícil, porque la mayoría de los socios parlamentarios no son partidarios de este aumento y cualquier medida que tenga que pasar por el Hemiciclo corre el riesgo de ser rechazada.