Fernando Mayorga analiza la situación del debate en torno a ideas políticas en Bolivia, destacando el agotamiento del proyecto del MAS y la falta de propuestas claras en la oposición.
Por Pablo Deheza
Fuente: La Razón
En una conversación apasionante, el destacado sociólogo y escritor Fernando Mayorga ofrece un análisis incisivo sobre la evolución de las ideas políticas en Bolivia y el actual vacío que caracteriza tanto al oficialismo como a la oposición en el país.
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Nuestro invitado, quien ha estudiado profundamente el desarrollo de las corrientes de pensamiento político boliviano, identifica un evidente agotamiento del proyecto que el Movimiento al Socialismo (MAS) encarnó desde 2006, así como una desorientación en las filas opositoras, que se manifiesta en discursos reactivos sin propuestas concretas de país.
Ideas Políticas
Jean Touchard (1918-1971) fue un reconocido historiador y politólogo francés. Publicó un celebrado texto titulado “Historia de las Ideas Políticas”, donde estudia la evolución de las mismas en Francia. Ahí dice que, para reflexionar sobre las ideas políticas, “no se trata solamente de analizar los sistemas políticos elaborados por algunos pensadores, sino de volver a instalar estos sistemas dentro de un contexto histórico, de esforzarse por ver cómo nacieron y qué representaban para los hombres que vivían en esa época”.
Más aun, “una idea política tiene un espesor, un peso social. Puede comparársela con una pirámide de varios pisos: el de la doctrina, el que los marxistas denominan la ‘praxis’, el de la vulgarización, el de los símbolos y representaciones colectivas. La historia de las doctrinas forma parte de la historia de las ideas, pero ni es toda la historia de las ideas ni quizá su parte esencial”.
Siguiendo con su razonamiento, se entiende por una idea política un conjunto de ideas en el que se asientan las formas institucionales -es decir, del Estado-, de la economía y la propia sociedad en una época. Es el tejido de conceptos y visiones subyacentes sobre el que se operan las transformaciones.
Ideas, Narrativas y Estrategias
Se puede complementar esto con dos nociones más. La primera, la concepción de René Zavaleta de que no existe una teoría general del Estado moderno. “En último término, la teoría del Estado, si es algo, es la historia de cada Estado”, escribió el sociólogo boliviano. Consecuentemente, si bien hay ideas políticas que se expanden por irradiación desde los centros de poder mundiales, sus formas específicas varían en cada sociedad. Por ejemplo, el neoliberalismo en Bolivia adquirió la curiosa forma de la “capitalización”.
La segunda noción es que las ideas políticas son también narrativas. Consecuentemente, pesan sobre ellas las mismas las consideraciones al respecto ya advertidas por Manuel Castells y otros en sentido de que son contingentes y se desempeñan estratégicamente. Se insertan y explican tanto como resultados y a la vez generadoras de las relaciones de poder existentes en una sociedad dada. No existen en el aire.
En el caso boliviano, luego de la Guerra del Chaco, emerge con claridad la idea de lo nacional popular, que va a expresarse inicialmente en la Constitución de 1938, durante el gobierno de Germán Busch. Con la Revolución Nacional de 1952 va a tomar la forma del nacionalismo revolucionario. Luego, en las décadas de 1960 y 1970, en el marco de las dictaduras que se instalan en la región como resultado de la Guerra Fría, estará presente el nacionalismo militar. Los decenios de 1980 y 1990 estarán signados por el neoliberalismo. En ese periodo, como correlato, cobrarán mayor fuerza las ideas políticas del indianismo y del indigenismo. Estas últimas se cristalizarán con la emergencia del MAS y la formulación de la actual Carta Magna y el Estado Plurinacional.
El Agotamiento del MAS y sus ideas
Según Mayorga, el proyecto político del MAS, que logró concretarse en un «ciclo hegemónico» a partir de 2006, se caracterizó inicialmente por posicionarse frente al neoliberalismo, promoviendo un Estado con protagonismo económico y una visión de país basada en el reconocimiento de la diversidad cultural.
«El proyecto se concretizó con la nacionalización, con la Constitución Política, pero desde el 2015 el MAS abandona ese proyecto en términos de transformación de la sociedad, porque la gestión se va a concentrar en la estrategia de reelección» de Evo Morales, explica Mayorga.
Este giro estratégico significó que un proyecto que había logrado ser hegemónico fue perdiendo su horizonte transformador. «Cuando vuelven al poder (en 2020) no hay ninguna mirada autocrítica, ni tampoco una idea de democratización. Es más bien como un reproceso, como la propuesta de industrialización, y la idea de plurinacionalidad siempre apareció secundaria», añade el sociólogo.
La crisis actual del partido gobernante se expresa en su incapacidad para renovar sus ideas políticas. «Si de 2015 a 2020 se encerró en el tema de la reelección, 2022 a 2025 se encerró en una cosa más absurda, que es el tema de quién va a ser el próximo candidato en las elecciones de agosto. Es decir, subordinaron lo estratégico a lo táctico».
La Oposición en su Laberinto
En cuanto a la oposición, Mayorga observa una «postura meramente reactiva» sin un proyecto alternativo claro. El debate entre Estado Plurinacional y República resulta, según nuestro entrevistado, en una «falsa contradicción».
«El debate es absurdo porque es identitario. Quien invoca la república, lo que dice es que todos somos mestizos, que es la idea básica del nacionalismo revolucionario, y quien dice Estado Plurinacional no niega la idea de nación, simplemente piensa en el pueblo no como una unidad, sino como una diversidad», subraya.
Esta ausencia de propuestas alternativas revela la «derrota ideológica» de la oposición. «No tienen proyecto para el país, por eso su negación de lo plurinacional tiene un tinte racista. Y frente a este modelo de Estado fuerte, plantean de manera nostálgica el (decreto supremo) 21060, para enfrentar la crisis económica».
Mayorga señala además cómo la derecha boliviana se encuentra en un «laberinto discursivo» frente a fenómenos como el proteccionismo de Trump, que contradice el discurso ultraliberal que algunos sectores han adoptado.
Otros Factores
El sociólogo identifica dos factores determinantes en la actual coyuntura política boliviana:
El primero es la judicialización de la política. Se trata de un mecanismo institucional con enorme poder para incidir en el comportamiento de los actores políticos. «Puede tomar decisiones que ordenen el campo político en función de un plan. Hay muchas señales que implican eliminación de candidatos», advierte Mayorga.
El segundo es la irrupción de figuras ajenas a la política institucional. Ejemplifica esto con la figura del empresario Marcelo Claure, quien «no plantea ninguna idea política, sino que lanza solamente señales. Los opositores actúan en torno a lo que va diciendo él y se produce toda esta confusión que se tiene respecto a cómo definir un candidato del lado opositor”.
La Crisis Económica
La crisis económica que enfrenta Bolivia, particularmente la escasez de dólares, constituye otro factor determinante. Para el gobierno, para el presidente Luis Arce, representa un severo golpe a sus aspiraciones electorales, considerando que su imagen como experto en economía fue precisamente su principal capital político.
El primer mandatario «tenía un perfil que fue la razón para que sea el candidato en 2020: tenía que ser quien enfrente los efectos económicos negativos en la economía generados por la pandemia», recuerda Mayorga. Agrega que «pensar ahora que tiene alguna posibilidad de reelección es una idea bastante equivocada por parte del gobierno. Y es un efecto de la crisis económica».
Para la oposición, la crisis tampoco ha derivado en que logran capitalizar oportunidades. «En vez de que la oposición tenga respuestas creativas a la crisis, lo que hace es repetir otra vez estas consignas que se muestran contrarias a las políticas de inclusión económica».
El sociólogo señala un error fundamental en el análisis opositor: «confunden la crisis económica de este momento con un fracaso del modelo económico. Un modelo económico en el que, durante las primeras tres gestiones del MAS, se redujo la pobreza, se redujo la desigualdad social, se incluyó a millones de personas a un nivel de consumo, de accesos a servicios de educación y de movilidad social».
Un Escenario de Incertidumbre
En síntesis, el panorama político boliviano se caracteriza por lo que nuestro invitado define como «un momento de incertidumbre política e institucional» y un «vacío de ideas políticas» tanto en el oficialismo como en la oposición.
La fragmentación política visible tanto dentro del MAS como en las diversas facciones opositoras refleja esta ausencia de proyectos claros. No obstante, el sociólogo considera que el campo político «se va a ordenar cuando salga la convocatoria de elecciones, y el tiempo, que es un tema clave en política, les obligue a tomar decisiones».
Sin embargo, ese ordenamiento estará condicionado por los factores ya mencionados: la judicialización de la política, la intervención de actores externos al sistema político tradicional y el impacto de la crisis económica. En este escenario, la renovación de las ideas políticas continúa siendo una tarea pendiente para los actores en el camino hacia las próximas elecciones de 2025.
Fuente: La Razón