Giovanni Ortuño considera que no hay un plan específico para salir de la crisis que afecta al país y critica que se prioricen los conflictos políticos y no el debate económico
Fuente: El Deber
Giovanni Ortuño, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), considera que 2025 será una gestión complicada y de alto riesgo para los empresarios por la suma de la crisis económica, la conflictividad social creciente y tensiones políticas emergentes de las elecciones de agosto. El empresario espera que se logren consensos y soluciones.
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¿Cómo evalúa la situación económica del país?
El país está atravesando por una etapa de crisis múltiple, originada por constantes déficits fiscales y dependencia del modelo primario exportador, que se agudizan con la escasez de dólares, la desaceleración del crecimiento, la reducción en las reservas internacionales y la inflación. La situación es compleja y tiende a empeorar porque aumenta la desconfianza, no tenemos un plan específico para salir de la crisis, y se priorizan los conflictos políticos antes que el debate económico.
En esta coyuntura, ¿cuál es el rol del empresariado?
Pese a las dificultades y barreras, el empresariado ha seguido cumpliendo un rol fundamental, generando empleo formal, dinamizando la economía, aportando con impuestos y contribuyendo al crecimiento sostenible.
En este tiempo de crisis, –que necesariamente va a dar paso a una etapa de transición y ajustes en las políticas económicas–, el desafío es lograr que las decisiones de Estado, en temas que involucran al sector privado, no se tomen solo en gabinetes políticos, sino que incorporen las visiones, la realidad y las demandas de los empresarios.
¿Cuáles son los puntos que se deben trabajar de forma urgente?
De forma perentoria se debe solucionar el problema de la provisión de dólares, la distribución oportuna y constante de carburantes y la liberación de las exportaciones. No se trata únicamente de implementar nuevas medidas positivas, sino también de dejar de aplicar mecanismos regresivos que bloquean el desarrollo del sector privado como la prohibición de las exportaciones, los aumentos salariales desmedidos, el acoso tributario o la competencia desleal de las empresas públicas.
¿Por qué se llega a esta situación crítica?
La causa primaria es el agotamiento de una concepción de desarrollo en la cual el Estado asumió roles que le corresponden al sector privado, y en ese camino rompió el equilibrio que garantiza un crecimiento sostenible. Esto ocasionó profundas distorsiones que debilitaron al empresariado, impidieron la expansión de la economía y profundizaron la informalidad.
¿Cómo puede ayudar el sector privado en la generación de dólares?
La responsabilidad para solucionar el grave problema de divisas corresponde al Estado. Se deben realizar ajustes en la política de subvención a los carburantes, abrir completamente la exportación, ajustar gradualmente el tipo de cambio y, eventualmente, recurrir al crédito externo.
Si no hay condiciones, el sector privado no puede solucionar este problema que le afecta gravemente. En los acuerdos de febrero y agosto, hemos implementado medidas importantes para enfrenar la crisis como la liberación de los cupos de exportación, la aprobación de eventos biogenéticos y la libre importación de carburantes, y aunque son aportes importantes, no se acompañaron de medidas estructurales, y, al contrario, se retornó a la práctica de ponerle límites a las exportaciones que son la verdadera fuente de ingreso de dólares.
¿La posición empresarial es única o hay diferentes criterios?
La institucionalidad empresarial mantiene una posición coherente con los derechos, valores y fines del sector privado. Sostenemos una clara decisión de seguir aportando al desarrollo del país defendiendo los principios de la propiedad privada y la libre empresa; y para solucionar los problemas y las diferencias, optamos por el diálogo y la legalidad en lugar de los bloqueos. Es evidente que algunos sectores utilizan otros mecanismos para que se atiendan sus demandas, y eso no solo es comprensible sino legítimo.
¿La venta a precio internacional es una salida a la escasez de combustible?
Este es un problema complejo que trasciende a la comercialización final. La decisión de autorizar la libre importación y comercialización a precio internacional fue impulsada desde el diálogo público privado y, de alguna manera, puede paliar la crisis que amenaza a los sectores productivos, especialmente la agroindustria y la minería, pero no es una solución definitiva ni suficiente.
Arce convocó al sector privado a dialogar, ¿cuál se su balance?
El diálogo público privado que la CEPB inició con el presidente en abril de 2023 logró congregar, por primera vez en décadas, a representantes de 21 entidades nacionales y 9 federaciones departamentales de empresarios, además de las más relevantes instituciones del sector privado de Santa Cruz, con un presidente de Estado y su gabinete económico. Demostramos que es posible dialogar para encontrar soluciones y propiciamos la aprobación de 15 decretos supremos y más de un centenar de normas sectoriales en varias áreas. Este es un proceso que continúa, por ejemplo, en lo convenido en la reunión del 11 de febrero para que se suspenda la aplicación de la Disposición Adicional Séptima del PGE hasta lograr consensos, o la gestión que estamos realizando para revertir la prohibición de exportaciones. El diálogo abierto, respetuoso, sin condiciones y efectivo, como mecanismo para solucionar controversias, no solo va a continuar en mi gestión, sino que debiera ser institucionalizado como una alternativa a la práctica de bloqueos, marchas y amenazas.
La COB pide un alza salarial entre un 15% y 20%, ¿pueden absorber el aumento?
Definitivamente no. Un aumento en esas proporciones ocasionaría el colapso no solo del sector privado sino de los gobiernos subnacionales. No vamos a ignorar las demandas y necesidades de nuestros trabajadores, pero no podemos aceptar la imposición de un aumento discrecional e irracional para satisfacer a la COB. La CEPB pidió una reunión con el presidente Arce para exponer nuestra posición.
Fuente: El Deber