El extitular de Diputados indicó que renunció a su cargo porque tomaron de rehén a su hermano y quemaron su casa.
El presidente de la Cámara de Diputados durante la crisis política de 2019, Víctor Borda, aseguró este jueves que en el juicio por el denominado caso Golpe I declaró que no renunció a su cargo de forma voluntaria, sino que fue forzado.
«He declarado que mi renuncia no ha obedecido a mi criterio de voluntariedad, sino que ha sido coercitivo, le han tomado de rehén a mi hermano, han quemado mi casa el 10 de noviembre de 2019 y básicamente eso es lo que he declarado ante el Tribunal de Sentencia», señaló a los medios el expresidente de la Cámara Baja.
La mañana de hoy se reanudó en el Tribunal Departamental de Justicia (TDJ) de La Paz la audiencia del juicio oral por el caso conocido como Golpe I, en el que comparecen como acusados el gobernador electo de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y el exlíder cívico de Potosí, Marco Antonio Pumari.
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Borda indicó que él era «el último eslabón constitucional» y que las renuncias del Presidente y del Vicepresidente surgieron en medio de amenazas. En su caso, indicó que tomaron de rehén a su hermano y que presentó la denuncia por el hecho un mes después de su salida del Gobierno.
«Al mes siguiente mi hermano ha presentado una denuncia ante el Ministerio Público de Potosí, yo he respaldado esa declaración y me he adherido a la denuncia presentada ante el Ministerio Público de la ciudad de La Paz, ha habido una denuncia y hasta ahora no ha habido un proceso como ahora», indicó.
El exlegislador masista agregó que espera que el juicio termine con una sentencia que siente un precedente para los casos en que ocurra una ruptura de la sucesión presidencial.
«Que se siente un precedente fundamental para que cualquier cambio, renuncia de cualquier autoridad, no se haga a la fuerza, con retención de rehenes, agrediendo a personas, quemando domicilios», dijo.